La Casa de la Igualdad de la calle La Paja, la sede de Procórdoba, la oficina del Casco Histórico en la calle Maese Luis, el antiguo Ayuntamiento en el Bulevar del Gran Capitán, el centro de recepción de visitantes, el colegio Rey Heredia, la escuela de participación ciudadana.... Todos estos edificios de titularidad municipal están concluidos y en muchos casos hasta amueblados y, sin embargo, están cerrados desde hace tiempo. El Ayuntamiento no sabe qué hacer con algunos de ellos, mientras que otros los ha puesto en venta. Es el caso de la sede que el Ayuntamiento tiene en Gran Capitán, que se vende "por su valor de tasación más 5 millones de euros", después de que los servicios municipales que estaban allí ubicados se han ido trasladando a las dependencias municipales del estadio de El Arcángel. También está a la venta la sede de Procórdoba, ubicada en la conocida casa de doña Ana Jacinto en La Corredera desde marzo del 2003. Fue objeto de una rigurosa reforma que recuperó el ruinoso edificio y desde la disolución de la empresa municipal, el Ayuntamiento la puso en venta por un precio de 1,7 millones de euros. De momento, ninguno de estos dos inmuebles ha conseguido postor.

El grupo municipal socialista reivindicó recientemente que los colectivos ciudadanos que así lo quisiesen usaran algunos de estas infraestructuras abandonadas y sin vida para rentabilizarlas "social y económicamente". IU también lo reclamó en el debate del estado de la ciudad. En algunos casos, como el del colegio Rey Heredia, han sido los propios vecinos quienes han reivindicado y solicitado en numerosas ocasiones su uso. Los ejemplos más sangrantes son los de aquellos edificios en los que el Ayuntamiento, o cualquier otra administración, invirtió miles de euros para su rehabilitación y aún hoy continúan cerrados. Es la situación de la Casa de la Igualdad, que no llegó a inaugurarse, y que solo está a falta de mobiliario. Ubicada en el cruce de las calles de la Paja y la Prensa, lleva concluida desde 2011. En el presupuesto de este año se incluía una partida de 30.000 euros para su equipamiento, pero de momento no se ha gastado. Este edificio, que se encuentra protegido por el Plan Especial del Conjunto Histórico, fue acondicionado para servir como centro de la mujer, un lugar para el encuentro, la formación y el trabajo de los colectivos que las representan. El proyecto costó 400.000 euros y fue sufragado por fondos anticrisis. Fuentes municipales señalaron que la intención es abrirla "en breve", aunque no especificaron cuándo.

También lleva cerrada meses la oficina del casco histórico de la calle Maese Luis, dependiente de la Gerencia Municipal de Urbanismo. El concejal socialista Emilio Aumente ha pedido al PP que saque un pliego de condiciones para ceder estos inmuebles "a colectivos juveniles, que tienen muchas ideas pero que están faltos de un local adecuado". A la postre, Aumente cree que así se conseguiría promover la generación de "una actividad económica importante", ya que en esta zona del casco histórico "se está ubicando una actividad turística muy fuerte".

A estos edificios hay que añadir la nómina de propiedades municipales totalmente abandonadas como el Pabellón de la Juventud, la Escuela de Agrónomos, el antiguo Matadero, varias naves del antiguo Hospital Militar, el silo, la Pérgola...