En la Cruz del Rastro, justo donde confluyen la calle San Fernando y Ronda de Isasa, hay un muro con dibujos en rojo que dentro de un tiempo se transformará en un edificio con siete locales en su interior que la sociedad Hotel C Córdoba Sur alquilará a distintos negocios. El proyecto, en el que trabaja el arquitecto Federico Gómez, tampoco es nuevo y tiene varios años de andadura. De hecho, en febrero del 2013, hace más de cinco años, logró licencia de Urbanismo para trece locales comerciales. Sin embargo, aquel proyecto no se llegó a ejecutar y el permiso caducó.

En enero del 2017, la empresa que lo promueve solicitó de nuevo licencia para la obra. Desde entonces la iniciativa ha experimentado varias modificaciones para adaptarse a los requerimientos de Urbanismo. La empresa afirma que no entiende que haya transcurrido un año y ocho meses desde entonces y que aún carezca de la licencia, ni que el mismo proyecto que la obtuvo hace cinco años ahora tenga tantas dificultades, lo que genera «inseguridad jurídica».

El edificio tendrá una superficie de 1.286 metros cuadrados y contará con tres plantas (baja más dos). En su interior habrá siete locales que tendrán una superficie que oscilará entre los 23 metros y los 140. La licencia de actividad solicitada (que está en el trámite de audiencia pública para la calificación ambiental) es para bares con música, aunque los futuros arrendatarios pueden pedir permiso para otra actividad si así lo desean (la empresa ha preferido partir de lo más restrictivo). Es más, aunque es consciente de que lo más viable allí son los negocios de hostelería, se muestra dispuesta a que el edificio albergue otros como un mercado de productos ecológicos o de arte; tiendas de recuerdos, joyería o platería; e, incluso, una inmobiliaria. De momento, mantiene conversaciones con Starbucks e Il Gelato di Roma.

La edificación tendrá dos fases. La primera comprende la envolvente del edificio, que tendrá un plazo de ocho meses; y la segunda, la adaptación de los locales a los negocios que quieran instalarse, que necesitará un año más. La idea de la empresa es que esté listo en el 2020. En total, prevé una inversión de 4 millones -con el suelo incluido- y la creación de cien empleos. El despacho de abogados Mora y Carrasco incide en que los usos están permitidos en el PGOU y en el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico.