Las personas mayores de 45 años forman parte de los llamados colectivos vulnerables dentro del mercado laboral, ya que si son demandantes de empleo se encuentran con más dificultades que las personas más jóvenes a la hora de incorporarse a un puesto de trabajo.

No obstante, las posibilidades de encontrar un empleo acorde a su cualificación profesional continúan existiendo a partir de esa edad, a pesar de que tomen fuerza creencias contrarias a esta idea, como señala la orientadora laboral y formadora Inmaculada de la Torre. «En ocasiones pude ser real -subraya- pero no siempre».

En el mismo sentido la directora de la empresa de inserción laboral Adecco Córdoba, Ana Sánchez, destaca que el talento es muy importante, por eso «en ocasiones mandamos currículums ciegos a las empresas en los que no aparece ni el sexo, ni la edad, ni si tiene alguna discapacidad». Explica que lo hacen «para no poner etiquetas, para ver el talento de la persona y que pueda primar la experiencia, la trayectoria y todo lo que ha hecho. Porque muchas veces las empresas, y todos, prejuzgamos por cuestiones como la edad. Y a mí cuando me dicen que a partir de 45 años están en riesgo de exclusión se me ponen los pelos de punta, porque a partir de esa edad es cuando mejor está en cuanto a actitudes y posición. Por eso potenciamos el talento sin etiquetas».

Estudios del mercado

El último informe del mercado de trabajo de personas mayores de 45 años en Andalucía, correspondiente a 2018, realizado por el Observatorio Argos, Sistema de Prospección Permanente del Mercado de Trabajo de Andalucía, perteneciente al Servicio Andaluz del Empleo (SAE), señala que la comunidad autónoma cuenta con 2.354.296 personas potencialmente activas con edades comprendidas entre los 45 y los 65 años, lo que representa el 28,08% de la población andaluza. De ellos, algo más de 355.000 personas están censadas en la provincia de Córdoba, lo que supone el 28.66% del total andaluz.

Por lo que se refiere a las cifras de parados mayores de 45 años en Andalucía, la cifra ronda los 377.400, lo que representan el 47,84% del paro registrado en nuestra autónoma. Esta cantidad es ligeramente inferior a 2017, cuando este porcentaje llegó al 49,26%. El estudio refleja que la mayoría de las personas mayores de 45 años paradas registradas en Andalucía (57,7%) son mujeres. Además el desempleo decreció entre los hombres en un 5,4%, mientras que en las mujeres ha aumentado un 1,7%.

Atendiendo a su formación, el estudio del mercado laboral pone de manifiesto que el 65,5% de las personas mayores de 45 años paradas han cursado estudios secundarios, el 22,4% estudios primarios, el 9,7% posee estudios postsecundarios y el 2,4% no tiene estudios.

El informe de 2018 destaca, asimismo, que «se observa algo de menos cualificación entre las personas en desempleo de mayor edad, en tanto que hay más concentración en los niveles formativos inferiores y menos en los estudios postsecundarios si se comparan con las personas de menor edad.

Por lo que se refiera a la duración de la demanda de empleo y el sexo de la persona demandante, tres de cada cinco mujeres demandantes de empleo mayores de 45 años permanecen inscritas más de un año. En el caso de hombres parados registrados de esta edad la cantidad se queda en uno de cada dos los demandantes de larga duración.

En esta misma línea, el estudio recoge que si se compara la duración de la demanda de las personas paradas registradas el grupo de mayores de 45 años permanecen más tiempo inscritos como demandantes de empleo que los menores de 45 años. Así, el porcentaje de menores parados con más de un año demandando empleo se cifra en el 26,63%, frente al 55,18% que representan el colectivo de personas mayores de 45 años.

En Córdoba, el número de afiliados a la Seguridad Social mayores de 45 años, a uno de enero de 2018, ascendía a casi 144.700. De ellos algo más de la mitad, el 52,4 %, son varones.

De los casi 182.000 contratos acumulados firmados por mayores de 45 años en la provincia, el 96,9% fueron temporales. Las ocupaciones más contratadas fueron las de peones agrícolas, albañiles, camareros asalariados y operadores de maquinaria agrícola.

En cuanto al paro de mayores de 45, en la provincia se tenían contabilizadas 32.446 personas, de las que el 585 eran mujeres. La mayoría del total de demandantes tenía estudios secundarios y su sector de actividad económica era el de servicios.