Cinco empresas de alquiler de patinetes eléctricos han solicitado al Ayuntamiento de Córdoba poder operar en la ciudad, igual que hacen desde hace meses en numerosas localidades españoles y capitales andaluzas como Sevilla o Málaga. La primera en querer venir a Córdoba fue la empresa sueca Voi Technology, que en octubre del 2018 solicitó al entonces concejal de Movilidad, Andrés Pino, implantarse en la capital cordobesa. En aquel momento, esta entidad radicada en Estocolmo contaba ya con 28 puntos de alquiler de patinetes eléctricos en la capital sueca, y ofrecía estudiar las singularidades de Córdoba para alquilar aquí sus vehículos.

La respuesta que entonces se le dio desde el Ayuntamiento es, de facto, la misma que se le ha dado por omisión a al menos cuatro empresas más de este tipo, que han propuesto desde entonces empezar a operar aquí: se va a esperar a la regulación de la ordenanza de vehículos de movilidad personal. El actual concejal de Movilidad, Miguel Ángel Torrico (PP), ha aparcado la decisión de abrir la ciudad a las empresas de alquiler de patinetes eléctricos a la espera de contar con un marco normativo preciso sobre estos vehículos.

El Ayuntamiento de Córdoba dispone desde el mandato anterior de un borrador para el uso de patinetes eléctricos que la Delegación de Movilidad debe adaptar a la diligencia que la Dirección General de Tráfico (DGT) publicó sobre los mismos a principios de diciembre (ver gráfico). Entonces, el responsable político del área esperaba que dicha adaptación se hiciera en el plazo de tiempo más corto posible y aseguró que sería un proceso pilotado por el Ayuntamiento de Córdoba, pero participado por todos los sectores afectados.

EL CASO DE SEVILLA / Esperar a que el marco normativo esté cerrado evitará lo ocurrido, por ejemplo, en Sevilla, donde las empresas de alquiler de patinetes eléctricos empezaron a operar de manera irregular, al carecer de autorización para el desarrollo de esta actividad económica en la vía pública. En la capital hispalense, la primera empresa que empezó a trabajar con vehículos de movilidad personal fue Lime (actualmente también lo hace Bird), que inició su actividad el pasado mes de agosto, esquivando la prohibición expresa del Ayuntamiento a hacerlo. El problema que planteó en un principio el Consistorio era el relativo al aparcamiento en espacios públicos de los vehículos, que no estaba regulado, por lo que Lime empezó aparcando sus patinetes en diversos puntos privados de la capital para sortear la prohibición.

En Málaga ocurrió otro tanto de lo mismo, cuando el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, se vio obligado a ordenar a las ocho empresas que operan allí (Voi, Lime, Tier, Wind, Ufo, Movo, Helbiz y Jump) a buscar aparcamientos específicos para sus patinetes so pena de multas de hasta 200 euros.

Las ciudades que, como Sevilla, trabajan para regular el alquiler de vehículos eléctricos han decidido aprobar, en primer lugar, un procedimiento público al que puedan concurrir las empresas interesadas; fijar el número máximo de patinetes que podrán ser alquilados y distribuir dicho cupo entre las empresas que resulten adjudicatarias del servicio. Asimismo, debe resolverse la cuestión del aparcamiento de los patinetes, que en algunas ciudades comparten espacio con el párking de motocicletas. En Córdoba, los usuarios privados de estos vehículos no disponen de lugar específico para aparcarlos.

CÓMO FUNCIONAN / Las empresas que funcionan en España para el alquiler de vehículos de movilidad personal tienen un sistema muy similar para prestar sus patinetes a los usuarios. Los requisitos para poder alquilarlos, explica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), son disponer de un móvil y de una tarjeta de crédito o débito en el momento en el que se quiera usar el patinete para registrarse. Además, la gran mayoría de las empresas imponen una edad mínima de 18 años (16 años, en el caso de Eskay y Voi) y Lime, que además exige carné de conducir.

El interesado debe descargarse, en primer lugar, la app de la empresa y registrarse como usuario con los datos de su tarjeta de crédito o débito. Una vez seleccionado el vehículo que más le conviene, se debe desbloquear con el escaneo de un código QR, y ya está listo para ser utilizado. Cuando acaba el recorrido, se aparca el patinete y se bloquea para que deje de computar en la cuenta. El precio del alquiler varía según la empresa, pero lo habitual es que cueste 1 euro el desbloqueo del vehículo (en algunos casos dicho desbloqueo es gratuito) y 0,15 céntimos el minuto de uso.

Para el uso de estos patinetes, las empresas exigen al usuario respetar la normativa municipal pertinente y de seguridad vial (no circular por la acera y aparcar solo en zonas autorizadas y nunca bloqueando salidas). La única empresa que opera en la ciudad con un sistema similar al alquiler de patinetes es la de alquiler de las motos amarillas (Muving). Dos de las empresas que operan en España con patinetes están asociadas a Cabify (Movo) y Uber (Jump).

DILIGENCIA DE LA DGT / La diligencia de la DGT que recogerá la futura ordenanza de Movilidad de Córdoba incluía la obligación a los usuarios de someterse a las pruebas de alcohol y drogas (las sanciones por esta infracción oscilan entre los 500 y 1.000 euros. Y si dan positivo, el VMP se inmovilizará). Además, está prohibido usar el teléfono móvil o auriculares cuando se conducen (la multa por infringir esta norma es de 200 euros). No pueden circular por aceras y zonas peatonales (la sanción es de 200 euros, con los matices que incorporen los ordenanzas municipales). Solo podrá viajar una persona, la que lo maneja. Si el VMP transporta a dos personas, la multa es de 100 euros. Se considerará negligencia cuando se realice conducción nocturna sin alumbrado ni prendas o elementos reflectantes. La sanción es de 200 euros.