Dos «luchadores incansables» fueron, en palabras de Alba Doblas, Manolo Rubia y Ana Claro Montes, que desde el jueves dan nombre a las calles Fernando Fernández Martínez, en La Viñuela, y Poeta Antonio Arévalo, en Cañero. Esas son dos de las 13 calles que el Ayuntamiento ha decidido renombrar para eliminar reminiscencias franquistas. En las dos, CCOO e IU organizaron ayer un homenaje al hombre y la mujer que forman parte ya del callejero.

El hijo del sindicalista Manolo Rubia, Manuel Ernesto Rubia, destacó su «carácter afable, su paciencia infinita y un amor a la cultura impresionante», y animó a que el paso que se está dando «no sea un punto y final» y sirva para que «todas la personas de izquierda se unan para ese cambio de sociedad por la que luchó» su padre. Por su parte, la secretaria provincial de CCOO, Marina Borrego, aseguró que por fin «se hace justicia a un hombre que luchó por la defensa de la democracia y de los trabajadores».

Alba Doblas destacó la figura de dos «luchadores incansables, personas de la izquierda que han trabajado toda su vida por los derechos de los trabajadores y, en el caso de Ana, por el movimiento feminista».