Las discrepancias en el seno se la Asociación Cordobesa de Hostelería y Turismo han terminado por dividir a sus dos máximos representantes, Francisco de la Torre, que es el presidente, y Alberto Rosales, que defiende que continúa siendo el vicepresidente, pese a que el primero ha constituido una junta directiva que le ha dejado fuera.

La cuestión es compleja si se tiene en cuenta que Alberto Rosales afirma que el pasado 9 de marzo ya se constituyó una dirección de Hostetur en la que él mismo se integra como número dos. El presidente, en cambio, asegura que este órgano no era válido, ya que algunas personas presentadas no cumplían con los requisitos para ser miembro, por lo que ha formado un nuevo órgano. Según lo anunciado ayer por De la Torre, este ha sido compuesto por él mismo como presidente; Rafael San Miguel (finca El Capricho y Agora 83), como vicepresidente; Sergio Rodríguez (La Carbonería), como tesorero, y Carlos Pérez (Taberna El Poema), Juan de Dios Garrido (Mercado Victoria) y Julián Hidalgo (Sojo) como vocales.

La primera reunión de la junta directiva, sobre la que existen las citadas discrepancias, contó con la asistencia de De la Torre y Rosales, así como de Sergio Rodríguez, Carlos Jiménez, Ángeles Gómez, Jorge Jurado e Isabel Rosales, según apunta el borrador del acta. Hay que recordar que la integración de Hostecor, dirigida por De la Torre, y de Córdoba Apetece, liderada por Rosales, fue anunciada el pasado febrero. Sin embargo, la reunión mantenida por el presidente con el responsable municipal de Urbanismo, Pedro García, dio lugar a un duro comunicado en el que Rosales anunció que este estaba desautorizado por la junta directiva para ser interlocutor de la asociación con otras instituciones.

El presidente de Hostetur afirmó ayer que «no podía permitir lo que Alberto Rosales intentó, que era otorgarse el derecho de representación», y esto le ha llevado a constituir un nuevo órgano de dirección ante notario. También avanzó que hoy tendrá lugar la primera reunión de la junta directiva y «se nombrará un asesor legal para evitar problemas como los que hemos tenido». En cuanto a la decisión adoptada, comentó que tras la polémica de los últimos días «he cogido el mando, como no podía ser de otra forma».

En su comunicado destacó que «se abre una nueva etapa para la asociación, en la que esperamos poder trabajar por todos los asociados y que ello redunde en beneficio de la ciudad de Córdoba». Francisco de la Torre subrayó que no quiere que se rompa la integración con Apetece y, de hecho, ha contado con algunos miembros para tratar de evitar fricciones (su nuevo número dos procede de este colectivo). Habrá que esperar a los próximos días para conocer si la junta directiva de la entidad presidida por Rosales acepta a los representantes que ya han sido designados en Hostetur.

Por su parte, Rosales se remitió ayer a un comunicado en el que se presentó como vicepresidente de Hostetur y afirmó que el presidente «se ha puesto al margen de los estatutos y de la legalidad, al anunciar el nombramiento de una directiva distinta a la que se constituyó el pasado 9 de marzo». En esta línea, señaló que no reconoce el nuevo ente y anunció que «esta medida deriva en una posición que deberá dilucidarse por cauces distintos a los internos de la asociación». Así, lamentó que «De la Torre haya vulnerado la legalidad, una vez que vio cómo la junta directiva censuró sus propósitos y que la mayoría legítima de la asociación no asumía sus planteamientos en cuestiones capitales del sector».

Además, hizo «un llamamiento a la cordura para evitar un conflicto de consecuencias nada positivas, una vez que el sector había alcanzando un nivel de cohesión desconocido en los últimos tiempos», y consideró que «la actitud de De la Torre regresa a la patronal de la hostelería a la época más negra y nefasta de su historia, que era la que se pretendía superar con la etapa que se abrió con su llegada a la presidencia de Hostecor, que no hubiera sido posible sin el apoyo de la parte del sector que ahora ha traicionado».