Además de la contratación de un gerente, la Junta obliga a estos centros a tener una oficina abierta al público y, si no hay recursos para mantenerlos, «desaparecerán, teniendo en cuenta que en estos momentos están cerrando muchos pequeños comercios que son otro de los pilares para mantener estas asociaciones», apuntan desde Pozoblanco, cuyo CCA está sobreviviendo estos dos últimos años con recursos propios. Este centro comercial abierto comenzó a forjarse en el 2001, en el seno de la Asociación de Empresarios de Pozoblanco. En la actualidad cuenta con 130 comercios asociados, siendo el sector comercial uno de los motores socioeconómicos principales de este municipio. Durante sus años de vida ha ido incrementando el número de comercios participantes, así como la prestación de servicios y la realización de campañas.