Son numerosas las voces críticas que se han alzado y organizado frente a las medidas de la Consejería de Educación presentadas para el nuevo curso. Docentes y juntas directivas se han unido a la preocupación de los padres y exigen respuestas reales ante la incertidumbre que plantea la vuelta a las aulas de forma presencial y la escasez de recursos y soluciones para desarrollar la actividad educativa de forma segura y eficaz.

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«Las complicaciones van a estar en la asimilación por parte de todos de las medidas a adoptar, las incorporaciones del personal sensible o vulnerable, la limpieza de los centros, las sustituciones del profesorado, la vuelta al confinamiento, si se produce, la ‘educación-no educación no presencial’, en definitiva muchos marcos y situaciones complejas que surgirán», explica Julio César Luque, director del CEIP San Francisco Solano de Montilla.

Falta de espacio

Si hay algo que ha puesto de acuerdo a la comunidad educativa es la necesidad de espacios para poder cumplir con las medidas de seguridad, pues si bien se va a incrementar, en algunos casos, el número de docentes de los centros, la ratio será la misma y no se dispondrá de nuevos espacios ni de soluciones alternativas para la distribución de los grupos de convivencia.

«Muchas de las aulas del centro tienen unas dimensiones muy reducidas. Tampoco durante los servicios complementarios (aula matinal, comedor y actividades extraescolares) estamos autorizados a implantar medidas como creación de turnos extra para no mezclar los diferentes grupos de convivencia escolar creados durante la jornada lectiva» , explica Leonor Serrano, directora del CEIP López Diéguez de Córdoba.

Este problema se agrava cuando se trata de Infantil. «Es toda una incógnita el cómo se va a poder guardar esa distancia teniendo en cuenta que los niños y niñas son muy dependientes y hay que atenderlos y ayudarlos en muchas rutinas diarias, cómo se va a llevar a cabo el constante uso de materiales y juguetes compartidos en el aula y su posterior desinfección, los tiempos de recreo, las entradas y las salidas... », cuestiona Sonia León, maestra de infantil.

Contacto

Otra de las coincidencias entre los docentes, es la importancia del contacto entre los alumnos para su desarrollo personal y en la dificultad de control de este. «Es inevitable y necesario en el proceso de socialización natural y espontáneo del ser humano», expresa Luque, aunque tomarán medidas complementarias a la creación de grupos de convivencia como la modificación de las entradas y salidas, y la regulación de los recreos y espacios comunes, entre otras cuestiones.

Responsabilidad compartida

La delegada de Educación, Inmaculada Troncoso, ha explicado que la responsabilidad ante posibles casos o complicaciones no será de los centros. Esto no evita que los docentes sientan el peso de esta complicada situación sobre sus hombros.

«Es una inmensa responsabilidad mantener la seguridad de toda la comunidad educativa durante su estancia en el centro», expresa Serrano. Igualmente, con la creación de los llamados equipos covid hay un sentimiento de estar asumiendo competencias para las que no se sabe si los docentes están preparados. «No queremos asumir competencias y responsabilidades para ámbitos que escapan a nuestra especialización académica y profesional, especialmente en materia sanitaria y de riesgos laborales», concluye León.