Esta es la historia de un pequeño, pero poderoso, grupo de jóvenes alumnas del Distrito Sur de Córdoba que decidieron luchar por la igualdad, aunque para ello tengan que enfrentarse a una gran multinacional farmacéutica como Bayer. «¿David contra Goliat?».

La Red Joven de Asociaciones de Estudiantes del distrito, compuesta por alumnas de seis centros de Primaria y Secundaria, tienen experiencia en estas misiones. Hace un par de años, se plantearon que una empresa de Marinaleda que envasaba las clásicas aceitunas con pepinillo con el nombre de «violadas» cambiar el nombre y lo consiguieron. Según Florencio Sánchez, educador social del equipo de orientación educativa Sur, un autobús con más de 50 personas, entre estudiantes y adultos, viajaron hasta la fábrica y se entrevistaron con el propietario de la misma para exponer su rechazo a la denominación en cuestión y este aceptó cambiarles el nombre por el de Pepitunas (pepinillo y aceitunas) que ellas le propusieron.

«Las estudiantes salieron de allí muy empoderadas, con una energía impresionante, convencidas de que podían cambiar cosas si se lo proponían y desde entonces han estado intentando detectar otros micromachismos para hacer algo».

Detalle del mensaje en el envase de la crema. CÓRDOBA

Recientemente, una técnico de la red dio a luz y, al usar una crema de Bayer para el culito de su hijo, leyó en el envase el siguiente mensaje en el que se dirigen a las madres, dando por supuesto que son ellas quienes se encargan de cambiar pañales: «Aplicar una fina capa de XXX sobre la piel limpia y seca del culito del bebé después de cada cambio de pañal. La crema XXX es especialmente cómoda para el bebé por su textura no pegajosa y es práctica para la madre pues no es necesario limpiarla en el siguiente cambio de pañal». Dicho y hecho. Desde entonces, la Red inició una recogida de firmas y se entrevistaron con Servicios Sociales con la intención de viajar a la sede más próxima de Bayer para plantear la situación.

«Todas confiamos en que sea un lapsus y rectifiquen», afirma Florencio. También tienen pensado pedir a los centros de salud que eliminen el stock que tengan de estas cremas y que «a partir de ahora lean con atención los prospectos por si se incluyen este tipo de mensajes que tienen su relativa importancia». Mientras completan este proceso, ya tienen otro objetivo en mente, un gimnasio de Jaén en el que ofrecen «precios especiales para señoritas». Que se vayan preparando para la visita.