La crioconservación de esperma es un método de congelación que almacena espermatozoides con fines reproductivos. Aunque se trata de un proceso ampliamente extendido, su principal problema radica en la formación de hielo que se produce durante el proceso, la cual termina afectando a la estructura y calidad del esperma. Con el objetivo de mitigar este daño, tradicionalmente se utiliza lo que se denomina crioprotectores permeables, unas sustancias que penetran en los tejidos y actúan en el interior de las células con el objetivo de impedir la formación de cristales de hielo cuando baja la temperatura.

Aunque este tipo de sustancias mejoran el proceso, no terminan de ser, ni mucho menos, perfectas. Al entrar dentro de la célula, dañan la membrana del esperma y causan un daño irreparable que afecta a la fertilidad. Frente a esto, el Grupo de Reproducción Veterinaria del Departamento de Medicina y Cirugía Animal de la Universidad de Córdoba ha ideado una alternativa que mejora la calidad de los espermatozoides al congelarlos. Tras haber investigado con un conjunto de muestras de esperma de caballo facilitadas por el Centro Militar de Cría Caballar de Ávila, el grupo de investigación ha optado por el uso de otro tipo de crioprotectores menos invasivos.

Se trata de un tipo de crioprotectores impermeables, es decir, sustancias que protegen el espermatozoide pero que en lugar de actuar en la parte interna lo hacen en el medio externo de la célula. Concretamente, han empleado protectores compuestos por Albúmina de Suero Bovino (ABS) -una proteína antioxidante- y sacarosa, un azúcar cuya principal función es aumentar la viscosidad y deshidratar la célula, por lo que se disminuye la formación de hielo que se produce en el proceso de congelación.

Según subraya el principal autor de la investigación, César Consuegra, “una vez que determinamos cuál era la concentración idónea de este crioprotector que había que utilizar, observamos que los resultados eran similares o incluso mejores que empleando glicerol, que es el crioprotector permeable tradicional”. Además, el grupo de investigación también ha constatado que este nuevo método protege mejor el acrosoma, un pequeño depósito situado en un extremo del espermatozoideque contiene determinadas enzimas.

El próximo reto del grupo, según destacan sus integrantes, es usar estos mismos crioprotectores utilizando la vitrificación, un método de congelación en el que, a diferencia de otros convencionales, la muestra se introduce directamente en nitrógeno líquido y la bajada de temperatura es mucho más rápida, por lo que el daño que se produce en el esperma podría ser aún menor.