Bajo el lema Padre nuestro. La vida consagrada, presencia del amor de Dios, hoy se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, que «tiene como objetivo dar gracias a Dios por este don, que hace presente la ofrenda y la entrega de Cristo», en este caso por más de 700 religiosos en la provincia. Según ha informado la Diócesis cordobesa, tal y como explica el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, en su última carta pastoral, «la vida consagrada reviste múltiples formas de consagración: desde las vírgenes consagradas hasta las monjas contemplativas que hacen de su vida una ofrenda en el claustro, manteniendo viva y encendida la lámpara de la fe y del amor en medio de nuestro mundo de hoy». Son «hombres y mujeres santos, gigantes en el amor a Cristo y en la entrega de sus vidas por amor», que «han sembrado el campo de la Iglesia de múltiples carismas para proclamar el Evangelio a toda la tierra en la catequesis, en la vida misionera, en la predicación con su vida y su trabajo permanente. Son los santos y santas fundadores».

Por su parte, el delegado diocesano para la Vida Consagrada, Alberto José González, asegura que «la vida consagrada sigue siendo hoy por hoy muy necesaria» y, aunque en la actualidad «está sometida a un descenso de vocaciones, debido a la avanzada edad de muchas religiosas, sí que las que hoy tenemos en nuestra diócesis se entregan por completo en todos los campos al servicio de la sociedad».