En plena canícula, con una máxima que ayer alcanzó los 41 grados en Montoro, la lucha contra las altas temperaturas solo tiene un arma, el sentido común.

Córdoba continúa recibiendo visitantes y numerosos cordobeses resisten en la ciudad, cohabitando unos y otros entre monumentos y edificios, y entre temperaturas altas que pueden causar, si no se toman las precauciones debidas, problemas.

Entre los avisos de la Aemet (Agencia Estatal de Meteorología) y los consejos de Salud Responde, accesible las 24 horas del día desde el teléfono 955 545 060, se encuentra el sentido común para combatir los efectos producidos por el calor.

Uno de los sectores de la población más vulnerable es el de las personas mayores, precisamente en donde este sentido habita comunmente, como lo mostraba ayer por la mañana una mujer mayor, que manifestaba que para protegerse del calor bebía «mucha agua» (portaba una botella pequeña) y se quedaba en casa. Solo salía en caso de necesidad y procuraba que fuera a primeras horas del día. Idéntico sentido común que poseía una pareja de turistas italianos que estaban realizando un recorrido turístico en autobús. Combatían el calor con dos armas fundamentales, piscina y siesta. «Pasando» de hacer turismo y andar después de comer.

Aunque el calor se combate con cualquier elemento, como la duda de dos adultos a las 11.30 de la mañana: «¿nos tomamos ya una cerveza?», o como algunos pájaros, que alrededor del casco histórico se hidrataban en las fuentes. O como numerosos paisanos y turistas, con sombreros de paja o palma. Cualquier cosa es válida para evitar las altas temperaturas. Temperaturas que hoy se sitúan en aviso amarillo, previéndose, según la Aemet, que en las sierras lleguen a los 38 grados y en la campiña cordobesa a los 39, pudiendo alcanzar los 40 grados centígrados en algunas localidades campiñesas.