Si para un guardia civil el día de la Virgen del Pilar siempre es especial, el de ayer lo fue aún más por la ausencia de una veintena de compañeros desplazados desde hace unas semanas a Cataluña. Su recuerdo estuvo constantemente presente en la Comandancia de Córdoba, donde se celebró la entrega de las distinciones y condecoraciones a los agentes destacados por su servicio y a las instituciones que más han colaborado con la Benemérita a lo largo de este último año. Antonio Briega fue uno de los máximos condecorados en la jornada de ayer (cruz de la orden del mérito con distintivo rojo) por su actuación en defensa de una mujer víctima de violencia de género en Montalbán, en la que fue gravemente herido con una escopeta de caza. Pese a su heroicidad, este agente aseguró que hizo lo que hubiera hecho cualquiera de sus compañeros. «En nuestro ADN están la vocación de servicio y la ayuda». El acto institucional, que contó con la presencia de las autoridades civiles y militares de la provincia, incluyó un sentido homenaje a los caídos en acto de servicio y la interpretación del himno de la Guardia Civil.