Lo de esperar al 7 de enero para asaltar las tiendas en busca del saldo perfecto es una cosa del pasado desde que en el 2012 se liberalizaron los periodos de rebajas y cada comercio hace la guerra por su lado. El 40% del pequeño y mediano comercio de Córdoba ya ha sucumbido a la presión del mercado y ha adelantado las rebajas frente a un 60% que dará el pistoletazo de salida hoy, según el presidente de Comercio Córdoba, Rafael Bados, que cada año insiste en que la promoción constante de descuentos ha descafeinado poco a poco el efecto positivo del periodo de rebajas. «Estamos en un escenario de rebajas casi todo el año que ha vaciado de sentido y el efecto de las rebajas cada vez es menor y ya apenas dura un par de semanas», afirma Bados, que considera que «los grandes beneficiados de esta práctica son las grandes cadenas, que tienen un margen del 2.000% frente al 20% con el que trabaja el comercio de cercanía y que son los que ahora deciden cuándo empiezan las rebajas según les conviene».

A esta circunstancia se une, cada vez con más fuerza, el del comercio online, que sigue compitiendo con fuerza con las tiendas. «El pequeño comercio está afrontando el reto de incorporarse a esta forma de venta, pero también en esto juega con desventaja frente a las grandes firmas», señala el presidente de Comercio Córdoba, que aboga por «regular la venta online para evitar que sea como ahora, una jungla donde cada cual hace lo que quiere y como quiere». Cabe recordar que los periodos de rebajas, pensados en su origen para sacar a la venta la mercancía en stock, aún son más oscilantes en el ámbito cibernético que en el de tienda física.

La Confederación Española de Comercio ha lanzado estos días un comunicado en el que confía en que las rebajas de invierno supongan un repunte de las ventas de hasta un 3% respecto al mismo periodo del pasado año. Sin embargo, en Córdoba, la previsión es que se produzca una caída, como la que se ha registrado ya al cierre del año. Según Bados, las ventas cayeron en el 2018 un 5% respecto al año anterior, rompiéndose así la senda de recuperación lenta iniciada en el 2014, tras siete años de crisis en los que se llegó a caer hasta un 50%. «Prevemos que la falta de empleo y la pérdida del incentivo que tenían las rebajas cuando el periodo estaba regulado tengan un impacto negativo en las ventas», ha adelantado, aunque no quiere aventurar una cifra. De un tiempo a esta parte, añade, las rebajas «han dejado de representar una de las principales inyecciones económicas anuales en la cuenta de resultados del comercio local».