El número de avisos recibido en la empresa municipal Saneamientos de Córdoba (Sadeco) por las presencia de ratas, cucarachas, moscas y mosquitos en la ciudad ha descendido en el primer semestre de este año respecto del mismo periodo de tiempo del 2016, según informaron ayer el presidente de esta sociedad pública, Pedro García, y el responsable del control de plagas de Sadeco, Enrique Flores, que en conferencia de prensa hicieron balance de lo actuado en los seis primeros meses del 2017. García dijo que el servicio de control reúne el conjunto de actividades de inspección y tratamiento destinadas a mantener las plagas urbanas en un nivel poblacional que impida la aparición de daños sanitarios, económicos y psicológicos en la población.

García explicó que Sadeco realiza dos tipos de intervenciones: tratamientos sistemáticos y gestión de avisos. Los primeros son intervenciones periódicas preestablecidas cuya finalidad es inpeccionar y, en su caso, establecer sistemas de control directo para limitar la expansión de ratas, cucarachas, moscas y mosquitos. En el primer semestre del 2017, el número de intervenciones ha sido de 64.498, de los cuales 15.698 han sido para desratización y 30.417 en desinsectación. En la lucha contra los dípteros hubo 18 intervenciones. Este último número se ha reducido prácticamente a la realización de controles en los arroyos, zonas húmedas y en el río Guadalquivir. El bajo número de tratamiento larvicidas ejecutado obedece a la práctica ausencia de infestaciones de relevancia tras las intensas intervenciones en el 2016, dijo el presidente de Sadeco.

AVISOS // En cuanto a la gestión de avisos, Sadeco atendió 313 referidos a roedores, 225 a cucarachas, 18 a dípteros y 114 a la presencia abundante de garrapatas, grillos, orugas, termitas y hormigas. De este total, 514 se hicieron en la vía pública, 85 en edificios públicos y 71 privados.

Con estos números, García y Flores destacaron que en los primeros seis meses del año ha descendido un 25% el número de avisos con respecto al 2016, un 25% menos en el caso de roedores y un 36% en el de cucarachas.