El derrumbe que se produjo ayer en la calle San FernandoderrumbeSan Fernando afecta a 8 metros de muralla romana de los 1.010 que hay entre la Puerta del Rincón y la Cruz del Rastro. El dato lo ha facilitado el arqueólogo de la Junta, Alejandro Ibáñez, que, junto con la delegada de Cultura, Cristina Casanueva, y los técnicos y responsables de Urbanismo, entre ellos, Salvador Fuentes, han estado esta mañana en la calle. Ibáñez explica que ayer se retiraron dos camiones cargados de sillares, aunque aún hay más que permanecen en el solar a modo de muro de contención y que serán quitados con la obra de emergencia que va a iniciarse. Esos elementos de sillería volverán a colocarse en su sitio para recuperar la muralla.

El arqueólogo ha indicado que "todo el lienzo oriental de la ciudad romana o Medina es el que está sujeto o ocupado en sus dos caras por las casas y eso ha sido la causa de que se conserve", por lo que "si hubiera estado al aire, se hubiera perdido del todo". Sobre los detalles históricos de esta muralla, explica que "la fase de cimentación es imperial, es de cuando la ciudad republicana se amplía hasta el río y se construye otra muralla". Después, añade, "en época medieval se reutiliza el recinto de la Medina musulmana y cristiana y se recrece y se repara", constituyéndose en el eje de separación entre la Medina y Axerquía.

DESDE EL SIGLO XIV, DE MEDIANERA

Por su parte, el jefe del Servicio de Arqueología de Urbanismo, Juan Murillo, explica que, tanto en la calle San Fernando como en Alfaros, por donde también pasa la muralla romana, esta "no es visible porque sirve desde el siglo XIV de medianera entre la línea de edificios de este lado de la calle y los que están en el interior de la villa, de la antigua ciudad romana". Por ello, "la muralla en sus cimientos es romana y tiene múltiples reparaciones".

Murillo ha informado de las medidas tomadas ayer cuando se produjo el derrumbe, que aparecen en la orden de ejecución firmada hoy por Urbanismo. Por un lado, y según ha indicado, "se procedió al desescombro de los elementos caídos en la vía pública, que se decidió no tocar ante el riesgo de generar una mayor inestabilidad en la muralla". Además, en la orden se recoge "el cerramiento provisional reforzado" que hay que realizar "para permitir el trabajo" que hay que llevar a cabo "e impedir que cualquier otro desplome puntual pueda afectar a la vía pública". Después, o en paralelo, según se vaya viendo, "se hará un apuntalamiento del tramo caído de la muralla, de la que se han perdido 70 u 80 centímetros de su cara externa", que tiene entre 1,80 o 2 metros de anchura. Tras apuntalar, añade, "se desescombrará" de nuevo y, "bajo supervisión arqueológica, se procederá a la demolición de algunos elementos de la parte superior de la muralla".

Murillo asevera que habrá que "evaluar lo que es muralla y lo que es cerramiento del jardín, ya que en este tipo de casas la muralla se conserva a una determinada altura y a partir de esa altura hay una superposición del inmueble" sobre la misma. A partir de ahí Urbanismo emitirá una nueva orden de ejecución con las medidas necesarias para "reintegrar la muralla". El arqueólogo, al igual que el gerente de Urbanismo, Luis Valdelomar, considera fundamental que se edifique el solar.

OBLIGACIÓN DE LOS PROPIETARIOS

Murillo ha recordado que "la muralla es un bien de dominio público, de titularidad pública, e imprescriptible y ante cualquier apropiación de muralla los poderes públicos tienen potestad de reintegrarla al dominio público". El arqueólogo señala que "la ley de Patrimonio establece que es deber de los propietarios del suelo en los que se encuentran estos bienes de interés cultural su correcto mantenimiento y conservación, por lo que corresponde a los propietarios de estos solares y de los colindantes por la parte interna de la muralla su conservación". Murillo afirma que "la normativa establece en esta calle y en Alfaros la separación de los elementos de la muralla", es decir, "no se permite el adosamiento nuevo" a la misma.