Las acciones de Deoleo se dejaban un 10% cercanas las 12.30 horas tras anunciar unas pérdidas de 179 millones de euros en 2016, frente a los 'números rojos' de 61,3 millones de euros de un año antes, e incurrir en causa de disolución.

En concreto, los títulos del fabricante de Koipesol y Carbonell se intercambiaban a un precio de 0,225 euros, con una caída del 10% a las 12.25 horas, que incluso llegó a ampliarse hasta el 12% en algunos momentos de la jornada.

Deoleo cerró con pérdidas de 179 millones de euros en 2016 tras registrar en sus cuentas un deterioro patrimonial de 96,3 millones de euros para acometer la reestructuración en la que está inmersa la firma, así como por el impacto ocasionado por el cambio de normativa fiscal.

En concreto, la compañía ha explicado que este ajuste contable tiene como objetivo asentar el desarrollo futuro del grupo sobre una base sólida, mientras que ha registrado gastos no recurrentes de 33,6 millones de euros, derivados fundamentalmente de la gestión de la crisis en Italia y de la reorientación de la estrategia de calidad de la compañía.

Deoleo ha cifrado en 53,3 millones de euros el impacto que ha tenido el cambio en la normativa fiscal que se produjo en diciembre de 2016. Este cambio en la tributación del Impuesto de Sociedades ha llevado a la multinacional a incurrir en causa de disolución.

Así, el consejo propondrá a la junta de accionistas los acuerdos a adoptar para restablecer el equilibrio patrimonial y revertir esta situación, ya que cuenta con una cifra de capital social suficiente para el restablecimiento del equilibrio entre el capital y el patrimonio neto.

La facturación de la empresa aceitera cayó un 15% en 2016, hasta los 695,2 millones de euros, debido a la subida de los precios del aceite en origen, que se trasladó paulatinamente a los precios de venta, mientras que el volumen de ventas descendió un 22% como consecuencia de la decisión estratégica de priorizar las ventas rentables y por la crisis de calidad ocurrida en Italia.

Sin embargo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) creció un 30% en 2016, hasta los 46,1 millones de euros, mientras que el margen Ebitda sobre ventas se elevó un 52,4% con respecto al ejercicio anterior, hasta el 6,6%, lo que muestra la tendencia de mejora de la rentabilidad del negocio.

La deuda financiera neta de la compañía cerró el ejercicio en 533 millones de euros, solo un 1,5% por encima de la cifra de 2015, e incluso en el último trimestre del año bajó con respecto al trimestre anterior.