El consejo rector del Instituto Municipal de Deportes (Imdeco), que se celebrará mañana, tiene previsto abordar en su orden del día el proyecto de demolición del Pabellón de la Juventud, que acumula ya varios meses de retraso. El edificio, que el equipo de gobierno prometió derribar antes del mes de marzo, espera que se solucionen las diversas vicisitudes administrativas que impiden que pase a ser historia del Sector Sur.

El presidente del Imdeco, el concejal Antonio Rojas, informó a este periódico de que el proyecto de demolición se hará como tramitación anticipada y condicionada a la incorporación de los remanentes del presupuesto del 2107 para ir ganando tiempo. La tramitación anticipada es la fórmula que se ha empleado, por ejemplo, con alguna de las obras de Mi barrio es Córdoba, que estaban financiadas por el Ministerio de Hacienda, y permite iniciar la contratación aunque no se disponga aún de los fondos. De este modo, se podría ir avanzando todo el trámite administrativo para el derribo del Pabellón de la Juventud, salvo la adjudicación.

El proyecto de demolición, que está presupuestado en torno a los 119.000 euros, quiere financiarse con las transferencias de remanentes del presupuesto de 2017, una operación que ya cuenta con un informe de Intervención, que pide, eso sí, que se subsanen algunas cuestiones. El informe que está pendiente es el del interventor del Imdeco sobre el proyecto de demolición en sí, que según Antonio Rojas se le presentó a principios de mes, por lo que ya habrían transcurrido los diez días previsto para que sea informado por el interventor.

La idea que barajaba el equipo de gobierno, una vez se derribase el antiguo Pabellón de la Juventud, era sacar a licitación la construcción de un nuevo equipamiento y la gestión del mismo por parte de una empresa privada, siguiendo el modelo empleado en otros gimnasios de Córdoba como el Go-Fit de San Cayetano.