Por sectores, llama la atención el descenso que experimentan todos excepto tres, los de joyería, material eléctrico y equipamiento para hostelería. El sector joyero es el que consigue aumentar las ventas al exterior, que durante el año pasado crecieron un 17%, pasando de 51,6 millones a 60,6. En cambio, en el sector que más exporta tras el cobre, el del aceite de oliva, las ventas cayeron un 13% y con ellas se lograron 586,5 millones frente a los 675,5 de un ejercicio antes. Las exportaciones de productos derivados del cobre fueron menores y cayeron un 6% en material de fundición (565,1 millones) y un 46% en semielaborados (101 millones).

En cuanto a los productos importados, los semielaborados del cobre ocupan el primer lugar con 241,5 millones, cantidad casi un 30% superior a la de un año antes, cuando fue de 186,4 millones. Córdoba aumentó considerablemente (+207%) la importación de semielaborados de aluminio.