Esta es una breve historia, como otras muchas, de puro convencimiento y largo recorrido. Primero, por lógica de mercado y apuesta empresarial. Segundo, por la «didáctica» que necesita esa actividad y, por supuesto, por su desarrollo tecnológico, con mucho camino por delante.

Su protagonista es Enerdós Renovables, empresa dedicada a las energías limpias y muy centrada en la fotovoltaica. Un ejemplo perfecto de microempresa; está compuesta de cinco personas aunque llegue a movilizar indirectamente en sus proyectos hasta 50, que nació en 2017. Cerró su primer ejercicio anual en 2018 con una facturación de 100.000 euros. Este de 2019, estará en un millón y el objetivo es que a finales de 2020 se doble la cifra hasta los dos millones.

Lo explica José Vicente Espino, director comercial de la empresa y representante en Andalucía de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF): «Veníamos de trabajar para el cliente particular, el agua caliente sanitaria de siempre, y tras analizar el mercado, vimos que debíamos dar un paso adelante hacia las empresas y su racionalización en la factura de la luz».

Es decir, estamos ante una empresa ejemplo en un mercado de crecimiento vertiginoso tras unos años, como poco, muy complicados por la crisis y el «hachazo» al sistema de las renovables de mediados de década.

«España es el país de Europa con más horas de sol de la UE y ha tenido un desarrollo normativo muy restrictivo, que ahora comienza a cambiar». Hablamos del nuevo decreto del gobierno sobre las renovables. «Si, va en la dirección correcta, y lo mejor es la gestión por parte de la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC), pero la normativa no servirá de nada si no se trabaja entre todos los actores».

Se refiere Espino a evitar la especulación teniendo ante sí un desarrollo «que puede ser espectacular en los próximos diez años» y que centra en la fotovoltaica, «una alternativa a convertirse en realidad, con un nicho de mercado muy amplio».

Ahí está el largo recorrido que necesita dos cosas a su juicio: formación porque hay un gran desconocimiento de lo que es la energía fotovoltaica y hay que explicarlo muy bien, especialmente en el ámbito municipal de nuestra comunidad (andaluz). Y la segunda, desarrollo tecnológico para el almacenamiento y mirar al futuro en otras fuentes, tales como el hidrógeno.

En un plano más institucional, apunta que «hay más de 7.000 millones de euros para invertir en fotovoltaica en España. En Andalucía tenemos que capitalizarlo y generar las condiciones oportunas para que esos inversores puedan venir».