El próximo domingo, 7 de octubre, se pone en marcha la temporada de caza menor de la provincia, que se presenta, a priori, muy parecida a la del año pasado, aunque dependerán sus resultados de cómo se presente el tiempo, según explica el responsable de actividades cinegéticas de Asaja, Tomás Jurado.

En cuanto a la situación de las especies para las que se abre el periodo hábil, la situación es dispar, pero hay dos casos muy concretos que presentan una considerable debilidad.  El primero de ellos es el de la perdiz roja, que arrastra desde hace años una delicada situación debido a la escasez de ejemplares que presenta. Sin embargo, este año, explica Jurado, se ha dado un buen periodo de cría y ha aumentado considerablemente la cantidad, aunque sigue siendo necesario ser prudente y dejar al menos un año para que las crías de esta temporada puedan producir más de cara a próximos años, de ahí la disminución de lo ojeos de perdiz roja en las últimas temporadas.

La otra especie que ha roto las expectativas de los cazadores cordobeses es la liebre, que este año está sufriendo una epidemia de mixomatosis que está diezmando considerablemente la cabaña. Se da la circunstancia de que el primer brote de la enfermedad, que ya se ha extendido a gran parte del país, se dio en la zona de la campiña cordobesa. Esta situación será de difícil reconducción debido a que la liebre no cría tanto como el conejo y su recuperación será complicada. Esta situación tendrá como consecuencia una considerable pérdida de actividad de los galgueros, que tienen en la liebre su principal razón de ser.

Por otro lado, aunque se ha reducido mucho, sigue existiendo superpoblación de conejos en algunas comarcas, por ello sigue activada la alerta cinegética para esta especie y también para otra, por primera vez, como es el jabalí, que además de los cultivos también causa daños en las especies de caza menor.

En cuanto a las aves migratorias, sigue siendo delicada la situación de la codorniz y la tórtola, mientras que el zorzal es todavía una duda, ya que su llegada dependerá en gran medida del tiempo que haga en Centroeuropa. La torcaz es la única que tiene buenas perspectivas.