La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Córdoba, dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta, ha dado el visto bueno a la iniciativa de implantar un centro de formación profesional en la antigua escuela de Agrónomos. Cultura “valora positivamente la recuperación del edificio para uso docente, de modo que cumpla una función social y pueda asegurarse su conservación”. Por ello ha informado “favorablemente” el anteproyecto, aunque pide que se cumplan una serie de recomendaciones de cara a la elaboración del proyecto definitivo. Cultura ve que la ordenación de la nave de talleres situada al norte en su configuración actual “es más coherente que la propuesta” y pide que la intervención no perjudique su percepción como espacio diáfano.

Como ya adelantó este periódico en diciembre, la antigua Agrónomos se convertirá en un centro de formación profesional que contará con una residencia de estudiantes con 109 plazas. La empresa que se perfila como adjudicataria del concurso que convocó la UCO para reformar y alquilar Agrónomos durante 40 años a cambio de un canon -la única que quedó tras quedar excluida Jícar- es Gestión de Espacios Circulares. La empresa está a la espera de que se produzca la adjudicación definitiva por parte de la UCO, pendiente del permiso de la Junta, que está al caer, según las fuentes consultadas. Mientras tanto, los promotores trabajan en los proyectos de la primera fase para poder solicitar la licencia y han tramitado en anteproyecto ante Cultura.

El centro contará con un edificio sociosanitario vinculado a la formación en el que podrán hacer prácticas los alumnos y contará con más de una treintena de ciclos formativos, que no se quedarán solo en la sanidad. Los promotores de la iniciativa pretenden levantar un campus para formación profesional y se marcan cuatro años para ejecutarlo con un presupuesto cercano a los 22 millones.

El proyecto divide las 6 hectáreas de Agrónomos en seis partes. En la parte izquierda de la parcela habrá un equipamiento docente. A continuación estarán las instalaciones deportivas (piscina y pistas de pádel, tenis y multideporte). Junto a ellas irá el centro sociosanitario vinculado a la formación. Entre este y la torre, que tendrá estudio de grabación, y para una fase posterior, está prevista su ampliación con otro edificio. Al otro lado de la torre, y para una segunda fase, estará la residencia de estudiantes.

Recomendaciones de Cultura

Como la iniciativa está aún en una fase muy inicial, Cultura avisa de que dará pautas para la redacción del proyecto definitivo. Entre sus peticiones está que el criterio de la intervención sea la restauración “con respeto a los diseños, técnicas, materiales y acabados originales”; que se recupere la envolvente original del edificio; que se recobren las galerías abiertas perimetrales en el patio central; y que se respeten los acabados originales en solerías, revestimientos y carpinterías. Cualquier cambio, hay que justificarlo. El proyecto deberá prestar especial atención a los espacios singulares como el aula magna y la capilla. Además, pide que los edificios que se construyan no compitan visualmente con la torre. En este sentido, no ve claro la implantación de la residencia de apoyo de la zona de acceso.

Cultura explica en el documento que la intervención se divide en dos fases. En la primera está prevista la rehabilitación de los edificios existentes, es decir, la antigua nave ganadera, que tendrá "uso docente de seguridad"; el antiguo edificio de agronomía, que servirá para "uso socio sanitario de bienestar social", y la torre, pensada para "uso docente" y que tendrá como complemento una residencia. La segunda fase comprende la construcción de nuevos edificios para la ampliación del complejo para uso deportivo, sociosanitario y de residencia. Todas las áreas tendrán dotación de aparcamientos.

El edificio principal, la torre

En cuanto a la intervención planteada en el edificio principal, la torre, Cultura explica que “la estructura, volumen y organización general del inmueble se conserva”, con un acceso principal, un vestíbulo, un espacio de distribución norte-sur, escaleras, galerías y pasillos de distribución y patio central. Allí irán las aulas y talleres y dos nuevos núcleos de escalera y ascensor para acceder a la entreplanta. La zona de dirección y administración ocupa una situación similar a la actual, junto al vestíbulo de acceso. El documento indica que se mantiene el salón de actos (aula magna), la capilla y la biblioteca en su ubicación actual. Además, persiste la distribución existente en la planta baja (vestíbulo, circulaciones, cafetería) y las aulas se reparten por las plantas superiores. Las "dos crujías escalonadas con patio intermedio situadas al sur se redistribuyen" como residencia de estudiantes, según señala el informe de Cultura. El proyecto contempla el adecentamiento de fachadas sustituyendo carpinterías metálicas y vidrios pero sin modificar la situación de los huecos.

Origen arquitectónico y deterioro

La Escuela de Agrónomos, construida por el arquitecto valenciano Fernando Moreno Barberá entre los años 1963 y 1969, es Bien de Interés Cultural y forma parte de la categoría artística denominada movimiento moderno. El edificio destaca por su torre cilíndrica de ocho plantas y se caracteriza por el uso del hormigón. Desde el 2008, momento en el que la Escuela de Agrónomos se trasladó al campus universitario de Rabanales, el edificio está sin uso y cada vez más deteriorado. La UCO ya intentó en el 2014 alquilarlo mediante un concurso, pero no lo consiguió.

Según el informe de Cultura, se ha producido “pérdida de estanqueidad de las cubiertas, ocasionando el derrumbe de gran parte de los falsos techos de escayola”, hay pájaros en su interior y "el entorno ajardinado de la escuela se encuentra abandonado habiéndose deteriorado elementos de mobiliario urbano" como los bancos que diseñó Moreno Barberá.