Los problemas son similares y en todos ellos la solución se prolonga en el tiempo. Afectados por un mal servicio en determinadas clínicas dentales de Córdoba han facilitado su testimonio para denunciar una situación que les ha perjudicado en su día a día, ya que tienen dificultades para comer, y a sus bolsillos, porque están abonando un servicio que no han recibido. Es más, ellos mantienen la esperanza de arreglar su situación, pero nadie les indica la salida y observan cómo ya son muchos los perjudicados.

Dolores recuerda que hace un año y medio visitó por primera vez al dentista con el que esperaba tratarse gracias a la ayuda económica de unos de sus hijos. En resumen, explica que han tenido que hacerle tres dentaduras para la parte de abajo (afirma que estuvo nueve meses sin dientes y se negaron a ponerle una provisional que tenía contratada) y dos para la de arriba, pero «sigo sin comer bien», por lo que, después de haber intentado llegar a un acuerdo con la clínica, cree que «tendré que buscar un abogado de oficio, porque estoy en el paro». A esto añade que está «psicológicamente hundida» y puntualiza que su clínica «es de toda la vida, no una barata».

En otro caso consultado, el matrimonio prefiere no dar su nombre porque confía en que la clínica le ofrecerá una solución. Después de beneficiarse, presuntamente, de una rebaja muy importante en el presupuesto (gracias a una supuesta ayuda facilitada por la propia empresa), el hombre no puede ser tratado al sufrir hipertensión y a la mujer tampoco se le ha realizado el servicio, pero siguen abonando la financiación gestionada a través de la clínica, que asciende a 6.000 euros, pese a haber solicitado la cancelación. Entre otros aspectos, ella critica la falta de información o las citas «para dentro de ocho meses».

En una situación muy similar se encuentra otra pareja, que también tiene la esperanza de que se resuelva su problema. La mujer indica que lleva «un año con los tornillos puestos, esperando a que me pongan seis muelas», y manifiesta que desde hace un año y medio pagan el tratamiento que han financiado, aunque «nos dicen que ‘esto va a tardar un poquito’ y no podemos comer ni nada». Por su parte, el hombre apunta que «me pusieron cuatro piezas y al día siguientes empezaron a caerse a trozos».

Movilización

En los últimos días se ha conocido que una plataforma de afectados por la clínica iDental ha convocado una movilización para el 26 de octubre ante la sede del establecimiento. De hecho, el Consejo Andaluz de Dentistas ha exigido a la firma que cumpla con el código ético de la profesión ante el creciente número de quejas (223 solo en las sedes de los colegios) puestas por sus pacientes.

María Ruanova, portavoz de iDental, precisa que la entidad tiene actividad en Córdoba desde mayo del 2016 y ha atendido a más de 5.000 pacientes, de los que «un porcentaje muy alto está satisfecho con el tratamiento recibido». Preguntada por las reclamaciones, apunta que «iDental ha sido adquirida por unos nuevos propietarios y ya se han tomado muchas iniciativas, empezando por el nombramiento de una nueva dirección médica». Asimismo, matiza que la empresa ha formado un equipo de 30 personas para atender a los pacientes, «que ya se está poniendo en contacto con todas las personas que esperan la resolución de alguna incidencia».

El presidente de Facua Córdoba, Francisco Martínez, confirma el auge de las irregularidades detectadas y denuncia que «las clínicas se han convertido en financieras, han encontrado una manera fácil de ganar dinero». En este sentido, recomienda a los usuarios que antes de firmar documentos recopilen toda la información y consulten con otras entidades. De otro lado, en la Unión de Consumidores de Córdoba aconsejan, entre otras cuestiones, que sea el paciente quien abone el tratamiento cuando se haya finalizado, evitando las financiaciones a través de la clínica, y que desconfíe de los servicios excesivamente económicos.