Treinta estudiantes de Derecho y una entrevista de trabajo para un importante buffete de abogados basada en criterios poco ortodoxos. Ese es el punto de partida del experimento social realizado por Cruz Roja Córdoba y presentado ayer, coincidiendo con el Día Internacional del Inmigrante, para combatir los estereotipos racistas y provocar la empatía en un grupo de futuros abogados. «El 55% de los jóvenes cordobeses admite tener prejuicios frente a las minorías étnicas, según una encuesta de APDH», señala la organización, «eso nos llevó a pensar en cómo intentar poner a los estudiantes en la piel de la persona que se ve discriminada por su origen, su situación económica, sus creencias, el color de su piel o su lengua».

Tras recibir decenas de solicitudes, Cruz Roja realizó una selección y preparó la entrevista ficticia. Lidia Delgado, estudiante de los másteres de Acceso a la Abogacía y Asesoría Jurídica de Empresas fue una de las que acudió a la cita. «La oferta me llegó por varias páginas de empleo y por el grupo de máster, era un anuncio normal de una firma conocida», explica, «nos citaron a todos a la vez y nos metieron en una sala por lo que pensamos que sería una entrevista grupal hasta que empezaron a llamarnos uno a uno». Al terminar, todos volvían a la sala de inicio, donde había cámaras instaladas, y comentaban las preguntas. «Son cosas muy personales, no entiendo qué tiene que ver si soy de pueblo o de ciudad, el acento, el barrio en el que vivo, mi religión o si mi pareja es hombre o mujer para hacer mi trabajo», comentaban. Lidia fue una de las últimas entrevistadas y llegó dispuesta a no contestar ninguna cuestión impropia. «No es la primera vez que en una entrevista te preguntan cuestiones personales como si quieres tener hijos o qué pensaría tu pareja si tienes que viajar, pero aquí todas las cuestiones eran de ese tipo, así que en un momento dado dije que no contestaba y salí muy rápido».

Cuando las entrevistadoras salieron a explicar lo ocurrido, ella, como otros compañeros sintieron «alivio», ya que por momentos la situación se volvió «muy incómoda». La experiencia les ha hecho pensar. «Está clara la posición de inferioridad de los trabajadores frente a los empleadores, deberíamos concienciarnos de que hay que establecer un mínimo de respeto para empezar a hablar, la verdad es que aunque no lo dijéramos, todos salimos de allí muy indignados». Como Cruz Roja pretendía, también les ha hecho pensar en cómo se siente una persona migrante ante determinadas circunstancias. «Hay cosas que damos por superadas y siguen ahí».

Una treintena fueron finalmente seleccionados para una entrevista "que se convirtió en incómoda e incluso irrespetuosa" por momentos, ya que los entrevistadores no les cuestionaban "por su preparación académica, se les estaba juzgando por su aspecto, su acento, el barrio en el que vivían, el dinero que llevaban encima, su religión o su afinidad ideológica".

El objetivo del experimento era mostrarles que los prejuicios vulneran derechos y que en otras circunstancias ellos pueden ser considerados los diferentes, los extranjeros, los migrantes. Una cifra apoya esta idea: el 87 por ciento de los jóvenes españoles estaría dispuesto a emigrar para encontrar un trabajo y tener una vida mejor (datos del Foco Económico Mundial).

La idea de Cruz Roja es invitar a una reflexión sobre nuestros prejuicios y los estereotipos que “compramos” a veces sin mirar y que todos nos debemos plantear con sinceridad. Solo en lo que va de año, Cruz Roja ha atendido a más de 3.600 personas desde su Programa de Inmigrantes -a través de los proyectos Acogida e integración de personas inmigrantes y Atención a personas vulnerables en asentamientos, ambos financiados por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta-, a las que hay que sumar las casi 400 solicitantes de asilo o refugiadas a las que a día de hoy presta apoyo entre Córdoba y Puente Genil, dentro del Programa de Atención a los solicitantes de asilo y refugiados en España -que cuenta con el apoyo económico y técnico de la Secretaría General de Inmigración y Emigración del Ministerio de Empleo y Seguridad Social-.