Casi medio millar de personas sin hogar (485 exactamente) fueron atendidas entre enero y junio en Córdoba por la Unidad de Emergencia Social (UES) de Cruz Roja, un dispositivo conformado íntegramente por voluntariado que recorre tres noches a la semana las calles de la capital para ofrecer a la población sin techo comida y bebida reparadora y apoyo humano, entre otras cosas. El perfil habitual de la persona que duerme en la calle en Córdoba, a juzgar por las atenciones que realiza el personal de la institución humanitaria, es el de un hombre (en un 81 por ciento de los casos) de entre 35 y 49 años (40% del total) de nacionalidad española (6 de cada 10 asistencias) al que la crisis, la falta de una red de apoyo y otras circunstancias han conducido a esta situación de extrema vulnerabilidad. Y en un buen número de casos, tienen problemas de salud mental añadidos. Durante el primer semestre del año, fueron alrededor de 60 las personas que participaron como voluntarias en este proyecto, que se realiza en coordinación con el resto de entidades que conforman la Red Co-habita de atención a personas sin hogar, de la que también forman parte Adeat, Fundación Prolibertas, Cáritas y el propio Ayuntamiento de Córdoba. La labor de Cruz Roja se completa con diferentes talleres.