El incendio originado el lunes pasado en el Instituto de Enseñanza Secundaria Galileo Galilei, que se encuentra en la Fuensanta, dio lugar ayer a la queja de algunos alumnos que se reunieron con el vicedirector del centro para mostrar su preocupación ante lo sucedido. Así lo explicó la estudiante Laura Osado, que asistía a clase cuando unas 70 personas fueron desalojadas por el siniestro y lamenta que tuviera que ser la limpiadora quien -según afirma- diera la voz de alarma en las dos aulas que estaban funcionando cuando observó el humo, que se había concentrado al arder un enchufe y un cable.

Laura Osado señala que el instituto no tiene conserje por la tarde, por lo que, gracias a que esta profesional estaba trabajando, «vio el humo (en la primera planta) y fue a las dos clases (ubicadas en la segunda) para que saliésemos, diciéndonos que había fuego». También recuerda que «nos quedamos medio incrédulos, recogimos todo y fuimos saliendo, pero cuando fuimos a coger la escalera vimos el humo subir y fuimos conscientes» de lo que estaba sucediendo. Esta estudiante destaca que «no sonó ninguna alarma y no hay detector de humo en el instituto», y añade que el vicedirector les detalló ayer que el botón que activa la alarma en caso de emergencia se encuentra en la habitación del conserje, aclarándoles, según destaca, que si no existe tal figura por la tarde es responsabilidad de la Administración.

Fuentes de la Delegación de Educación informaron ayer de que están a la espera de recibir los informes de los bomberos y riesgos laborales para valorar lo ocurrido, recordando que la delegada, Esther Ruiz, acudió al instituto el mismo lunes para conocer lo sucedido. Además, subrayaron que en todos los centros existe un plan de autoprotección y que «la actividad ha continuado hoy (por ayer) con normalidad».