El decano del Colegio de Arquitectos, Manuel Moreno, opina que hay dos claves en el fracaso de la ITE, que se repiten en otras provincias. Por un lado, la crisis, ya que "los particulares prefieren las multas a la inspección, porque lo más probable es que de ahí se derive una obra, que supone un coste". Además, "los edificios peores son los de propietarios con rentas bajas" y hacen falta subvenciones. Por otro, la dejación, ya que "la administración no exige el cumplimiento, cierra los ojos porque sabe que no es una medida popular poner multas con las que no se logra mejorar el patrimonio". Moreno espera retomar con el Ayuntamiento las conversaciones para firmar un convenio, que no prosperó en la etapa anterior, para los informes que se hagan de forma subsidiaria. Por último, piensa que la ITE es "un campo de trabajo que se pierde".