El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó el miércoles un estudio sobre el número de fallecimientos semanales en los últimos cinco años, incluyendo las muertes de las 21 primeras semanas del 2020 (año diferente a los anteriores por ser el único bajo la pandemia del coronavirus). En España, según ese estudio, entre el 9 de marzo y el 10 de mayo del 2020, en plena crisis del covid-19, murieron 120.000 personas por todo tipo de causas, mientras que el promedio entre el 2016 y el 2019 fue de 71.500 defunciones, lo que indica que el incremento de óbitos nacional en el periodo citado del presente año es del 67%.

Sin embargo, en Córdoba, Pontevedra y Melilla, frente a otras provincias y comunidades, ha habido menos muertes en esas fechas que en el promedio de los últimos cuatro años. En Córdoba fallecieron 257 personas menos, entre el 9 de marzo y el 10 de mayo, respecto al promedio de los cuatro años anteriores, una bajada del 19%. Aunque en las dos semanas más críticas de la pandemia, del 30 de marzo al 12 de abril, sí subieron en Córdoba (al igual que en toda España) los fallecimientos, hubo 82 más, con respecto a similar periodo del 2019, que no tuvo crisis sanitaria.

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En Madrid (epicentro de la epidemia), concretamente del 9 de marzo al 10 de mayo, fallecieron 16.000 personas más este año que en el promedio del intervalo que va del 2016 al 2019. Las provincias con un aumento de decesos mayor en este periodo fueron Segovia, con un repunte de muertes del 243%; seguida de Madrid (203%); Guadalajara (200%), Ciudad Real (198%) y Barcelona (138%).

El coordinador de la Unidad de Estadística del Instituto de Estudios Sociales Avanzados IESA-CSIC en Córdoba, Manuel Trujillo, no puede ofrecer una explicación clara sobre el descenso de fallecimientos en Córdoba que recoge el estudio del INE, con respecto a otros años, sin haber acabado aún el 2020 y desconocer si durante el segundo semestre se compensará la reducción de óbitos con una subida y sin tampoco conocerse las causas de los decesos en lo que va del 2020. Trujillo no tiene certeza de que haya podido ser un problema de recopilación de datos, aunque en un año excepcional como el actual no podría descartarse. Este estadístico expone que, aunque en Córdoba no se han registrado tantas muertes por covid-19 en relación con el número total de fallecimientos (117 óbitos asociados a coronavirus con respecto a 2.964 fallecimientos por todo tipo de causas entre el 1 de enero y el 24 de mayo), esa circunstancia no puede explicar por si sola la caída en los decesos en plena pandemia.

Ni tampoco, según Trujillo, se puede vincular únicamente la disminución de muertes al hecho de que la población ha estado confinada y menos expuesta a morir por causas externas, como accidentes de tráfico o viales. Sin embargo, no descarta este experto que en la inferior mortalidad en Córdoba haya podido influir una menor movilidad entre Córdoba y Madrid, como así reflejan algunos estudios, en la semana previa al estado de alarma, porque en general el covid-19 fue importado de Madrid a muchos puntos del país en esos días.

El exsecretario de Sanidad y profesor de la Escuela de Salud Pública de Andalucía, José Martínez Olmos, defiende que, en las circunstancias actuales, en las que muchos organismos están teletrabajando y ha podido haber algún problema de recopilación, habría que poner en cautela algunos de los datos que se ofrecen hasta que sean convenientemente revisados. Sí cree este experto en Salud Pública que el confinamiento ha podido influir en el hecho de que se hayan contabilizado menos muertes en Córdoba en plena pandemia, en relación con otros años, al haber menos accidentes de tráfico, laborales o infartos. Sin embargo, Martínez Olmos estima que puede que durante el segundo semestre del 2020 se dé la circunstancia de que se incrementen las defunciones por motivos como las complicaciones de enfermedades crónicas, que se vean agravadas por el hecho de no haber estado lo suficientemente bien controladas durante los últimos meses.

Desde el punto de vista municipal, el presidente de Sadeco, David Dorado, cree que la ardua labor de desinfección que está llevando a cabo la empresa municipal durante toda la pandemia ha podido contribuir en parte a una menor incidencia y mortalidad derivada del coronavirus en Córdoba, unido al «comportamiento ejemplar de gran parte de la ciudadanía durante el confinamiento». En total, la ciudad se ha desinfectado 12 veces y Dorado cree que fue de las primeras capitales de España en iniciar esta labor preventiva. Por su parte, el gerente de Cecosam, Pedro Ruiz constató que en marzo y abril (en plena pandemia) se han realizado un 30% menos de inhumaciones y cremaciones en la capital, aunque Tanatorios de Córdoba solo ha registrado 15 decesos menos en lo que va del 2020, una cifra que no considera significativa.