No habían pasado ni 24 horas de la declaración del estado de alarma cuando decidieron que tenían que hacer algo para ayudar a la gente que estaba confinada. Los tres están parados, pero son emprendedores solidarios. Isabel Martínez es una diseñadora gráfica almeriense afincada en Córdoba, que estaba a punto de firmar un contrato de trabajo cuando se decretó la cuarentena por el coronavirus. Pedro Pablo Martínez, alias Peter Pa, se dedica al mantenimiento industrial pero ahora no tiene trabajo y Samuel Ruz es comercial y se quedó sin trabajo el 10 de marzo, cuatro días antes de que toda esta pesadilla empezara. Se conocían poco o nada, pero el azar los conectó en un grupo de whatsapp en torno a una idea, la de ser útiles y crear una red de ayuda para las personas que lo necesiten en este periodo de aislamiento. Así surgió la Plataforma de Ayuda Covid-19, activa en Facebook desde el lunes 16. En solo nueve días, han conseguido poner en contacto a más de 1.600 personas.

Samuel Ruz.

Isabel Martínez fue la que maquinó la idea y consiguió la ayuda de Peter y Samuel.. "Creé el grupo, pero no sabía muy bien cómo darle vida, pero recibí una llamado de Pablo Martín, el creador de un grupo similar en Marbella y Estepona que me dio ánimos y me dijo que siguiera adelante porque había mucha gente dispuesta a echar una mano y mucha otra gente necesitada de pequeños favores que ahora mismo no puede realizar como dejar a los niños para ir a la farmacia o a la compra, hacer cubrebocas u ofrecer sus servicios profesionales de forma altruista durante la cuarentena".

El despegue de la plataforma tuvo lugar ayer, cuando en apenas 24 horas se dieron de alta más de 1.200 personas, indica Samuel, encargado de administrar la página y responder a las preguntas que van surgiendo. "Me acosté a las tres de la mañana, desbordado, no nos esperábamos esta respuesta", afirma. En la plataforma, hay ofrecimientos de psiquiatras que dan su servicio gratuito vía telefónica a las personas que lo están pasando mal, costureras dispuestas a elaborar material que buscan telas y otro material para confeccionarlo, gente que se ofrece a guisar para otros, iniciativas para promocionar el comercio de barrio, carnicerías y otras pequeñas tiendas de Córdoba que informan de sus servicios de entrega a domicilio..." No solo hay ofrecimientos, entre los usuarios también hay quienes publican las necesidades que tienen para ver quién puede ayudarles. "Llevamos solo unos días y ha crecido mucho en poco tiempo, así que aún no tenemos constancia de los frutos que puede estar dando", explica Samuel, al que le gustaría continuar con la iniciativa más allá del confinamiento.

Peter Pa.

Según Isabel Martínez, "la idea no es otra que conectar a gente de esta forma, no pretendemos crear una red de voluntariado como tal porque eso no es posible en este momento, pero sí poner en contacto a vecinos que puedan ayudar a otros vecinos para misiones sencillas".

Las reglas del grupo son sencillas: Tratar con respeto y debatir los asuntos que surjan de forma cordial, no publicar promociones spam, no hacer bullying ni usar lenguaje ofensivo o intentar que todo el mundo se sienta seguro evitando comentarios degradantes de cualquier tipo. También están prohibidas las alusiones políticas de cualquier tipo ya que el objetivo es "ayudar a personas con riesgo alto o movilidad reducida y la situación de crisis actual no entiende de fronteras ni de ideologías" y respetar la privacidad de los demás.

La última iniciativa ha sido la creación de una campaña de crowdfunding para recaudar fondos para comprar material destinado a la fabricación de material de protección. "Lo donaremos a Irene Castellano Marchal, una costurera que está en contacto con el hospital Reina Sofía, ella las cose y las entrega al hospital donde se esterilizan antes de utilizarlas", explica Isabel. También están buscando láminas de acetato para ayudar a una empresa que realiza mamparas de protección con impresoras 3D. Ellos lo tienen claro: la unión hace la fuerza.