Si abril es Sevilla y julio Pamplona, mayo, sin duda, es sinónimo de Córdoba y sus fiestas, aunque en este 2020 no de podrán unir para mostrar al mundo la explosión de primavera que se vive en su calles debido a la pandemia por el coronavirus.

Desde la Cata del Vino hasta la Feria de Nuestra Señora de la Salud, la capital engloba en más de 40 días su Mayo Festivo, un calendario de fiestas tradicionales que incluyen las Cruces y sus patrimoniales Patios que, a pesar del confinamiento, lucen esplendorosos en el interior de los recintos encalados.

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La crisis sanitaria por el covid-19 obligó a los responsables municipales a reconfigurar todo el calendario de eventos y, aunque en principio la mayoría de los eventos se trasladaría a otoño, el consenso con los colectivos organizadores lleva a la suspensión hasta el próximo año.

Córdoba, una ciudad que cuenta con cuatro declaraciones como Patrimonio de la Humanidad y, por tanto, el turismo y los servicios es su principal fuente de riqueza, se queda sin su temporada alta y ello supone un agujero económico de dimensiones incalculables.

Antonio Ramos, de la consultoría turística Adeitur, ha explicado a Efe que, según sus estudios estimativos, la ciudad podría perder entre 150 y 160 millones de euros, lo que sumado al índice de desempleo, a la cola de España, deja a Córdoba en una situación "muy, muy delicada".

Ramos considera "incomprensible" que una ciudad de primer orden en el ámbito patrimonial se encuentre también en los puestos más bajos en cuanto a renta per cápita y lo achaca a "problemas estructurales desde hace muchos años".

La Mezquita-Catedral es el principal atractivo para visitantes y quizás por su potencialidad, la ciudad "se ha relajado", mientras que la carencia de infraestructuras hasta la fecha ha hecho perder el turismo de congresos.

Por su parte, el presidente de la Asociación Cordobesa de Hostelería y Turismo (Hostecor), Francisco de la Torre, lamenta a Efe que el impacto económico será "total", ya que el Mayo Festivo "representa el 35 por ciento" de la facturación anual del sector.

Preparativos en los patios, que aunque no abrirán al público, florecen como cada primavera. Foto: A.J. GONZÁLEZ

A eso se añade que las medidas tomadas por el Gobierno central son "inadmisibles" y llevarán al sector a un "suicidio colectivo", de tal forma que si al principio de la crisis sanitaria estimaban que "el 20 por ciento cerrarían definitivamente", la "imposibilidad por ahora de prorrogar Ertes o la falta de incentivos fiscales" hará que el cierre "sea mucho mayor".

No obstante, De la torre confía en la "sensibilidad" mostrada por el gobierno local al apostar por la "flexibilidad", si bien reconoce que todo dependerá de las medidas higiénico-sanitarias que establezca el Gobierno central cuando acabe la "desescalada" y llegue la "nueva normalidad".

En este sentido, la delegada de Promoción de la Ciudad, Marián Aguilar, asegura a Efe que se están "redoblando" esfuerzos para que Córdoba "vuelva a ser la misma cuanto antes", y ha agradecido la "compresión" del "gran patrimonio humano" que conforman los colectivos que organizan los eventos del Mayo Festivo.

"Córdoba se queda sin esa oportunidad de mostrar su belleza que enamora en la que los cordobesas y los que nos visitan disfrutan de esas sinergias que se crean entre la explosión de las flores y el propio patrimonio humano e idiosincrasia de nuestra gente", resalta Aguilar.

Aunque los eventos no se puedan disfrutar y celebra en la calle, cada cordobés "va a vivir y sentir su mayo", considera Aguilar, quien resalta que se está trabajando en un "plan" para potenciar la promoción de la ciudad en el que "se garantice el desarrollo de eventos con total seguridad".

Aguilar expone que los cuidadores de los Patios, emblema del Mayo Festivo por la consideración de la fiesta como Patrimonio de la Humanidad y punta de lanza de la "Marca Córdoba", están "deseosos por mostrar" sus recintos, por lo que no se descarta algún tipo de acción virtual en las próximas semanas.

Pero la realidad es que Córdoba se queda sin mayo y el mundo entero se queda sin Córdoba, el "sentimiento" y la "oda a los sentidos" que supone el Mayo Festivo. "No se conoce la felicidad si no se pasea por Córdoba", concluye Aguilar, que está convencida que se volverá "con más fuerza" y se mostrará que la capital cordobesa "es para vivirla".