La crisis del coronavirus está sirviendo para sacar de los ciudadanos la cara más solidaria. En esta situación de alerta sanitaria uno de los flancos más débiles es el del material que se necesita para proteger a los profesionales que a diario están intentando trabajar para salvar a los contagiados.

En estos días, las impresoras 3D se han convertido en una herramienta de gran ayuda, pues permiten hacer mascarillas o viseras de protección desde el ámbito doméstico. En Córdoba y en toda Andalucía ha surgido un grupo de personas, que ya va por más de 300 solo en Córdoba, que están trabajando desde casa para fabricar este tipo de viseras, similares a las que se usan cuando se corta el césped. Se trata de CV19 Córdoba Mak3rs, que lleva ya más de 1.000 impresiones de este demandado y necesario producto. Fuentes de esta grupo han señalado que la iniciativa hace ya días que se puso en marcha, la mayoría de los participantes fabricando desde sus propias casas máscaras protectoras que en algunos casos ya han llegado a las manos, o mejor a las caras, de algunos profesionales sanitarios.

Según esta fuente, el Ministerio de Industria ha puesto en marcha un censo de todas las impresoras 3D que hay en España para intentar que se pusieran a fabricar este tipo de mascarillas. Explica CV19 Córdoba Mak3rs que rápidamente todos los integrantes de esta organización se movilizaron y empezaron a fabricarlas y que por las redes se fue extendiendo la idea. De ese modo, explica, en Córdoba son ya más de 300 personas las que estamos participando en esta labor.

Las primeras mascarillas ya han sido facilitadas a personal médico del hospital Reina Sofía, donde se ha elogiado el trabajo, porque evitan salpicaduras de fluidos orales, protegen de otras externas y además también evitan que inconscientemente su portador se toque la cara o los ojos.

«Las primeras que hicimos eran bastante incómodas, pero las últimas sin son confortables», aclara la fuente de CV19 Córdoba Mak3rs, que indica que «no dejamos de investigar para mejorar el resultado». Para elaborar una mascarilla hay que invertir unas dos horas y media, y, además, «el material, plásticos, elásticos y demás, lo compramos cada uno de nosotros por internet. Menos mal que el reparto está permitido», apunta.

Para hacer llegar las mascarillas a sus destinatarios, los autores están siguiendo ahora los protocolos correspondientes para obtener la homologación del producto. Para ello, han dado los primeros pasos para contactar con el Imibic, institución con la que se valorarán los pasos que se vayan dando. Las más de 300 impresoras que actualmente forman parte de esta generosa iniciativa están imprimiendo en la provincia de Córdoba, y su esfuerzo está siendo muy agradecido en los hospitales, la Policía y todos los que trabajan para el bienestar de la sociedad. Desde CV19 Córdoba Mak3rs señalan que «es un verdadero honor poder aportar nuestro pequeño granito de arena».

El vídeo de abajo muestra a Juanjo Romero, uno de los informáticos que está trabajando en Córdoba con su impresora 3D haciendo mascarillas. Enfermo de diálisis y miembro de la Hermandad La Sagrada Cena, entrega sus mascarillas a sanitarios que les hacen llegar sus peticiones por distintas vías para lo cual está coordinando un equipo entre policías, sanitarios y conductores de ambulancias que realizan las entregas de material, con el fin de reducir los desplazamientos. El hermano mayor y un grupo de costaleros de su hermandad se han juntado para recaudar dinero y comprar más filamento 3D con el que elaborar las mascarillas. Jjlama@live.com