El estado de alarma decretado por el Gobiernoestado de alarma hasta el 11 de abril está afectando de distinta manera a obras públicas y privadas, que, de momento, en su mayoría, siguen su curso en Córdoba, aunque a un ritmo menor, con medidas de prevención y, algunas, con reducciones de horarios. La construcción no está incluida en las actividades paralizadas por el estado de alarma siempre que se extremen y refuercen las medidas de seguridad y prevención contra el coronavirus.

Entre las obras municipales en marcha, la de mayor envergadura es la ronda Norte. Esta obra, que empezó en septiembre pasado con un plazo de ejecución de catorce meses, se encuentra «al mínimo», limitada a las tareas que se llevan a cabo con máquinas, pero sigue su curso con medidas de seguridad que se están vigilando y que evitan la acumulación de trabajadores, según explica el presidente de Urbanismo, Salvador Fuentes. Lo mismo ocurre en la urbanización de la antigua Azucarera de Villarrubia.

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Otro proyecto, el de remodelación del Archivo Histórico Municipal, cuyos trabajos se iniciaron a finales del 2018 con un plazo de ejecución de año y medio, continúa adelante también, aunque se han reducido los espacios de actuación y se han ampliado las distancias exigidas entre los operarios y todas las medidas de seguridad, según indica Fuentes.

En cuanto a otras actuaciones previstas que cuando empezó la crisis sanitaria estaban a punto de iniciarse, como las obras de climatización de colegios o del Parque de Levante, están a la espera de poder comenzar. En el caso de la primera, el Ayuntamiento quiere aprovechar el cierre de colegios para llevarla a cabo, aunque no tiene fecha aún.

En cuanto al área de Infraestructuras, y según explica la misma, el estado de alarma la ha sorprendido con las obras que tenía en marcha acabadas, a excepción de la del parque de bomberos, que se ha paralizado. Fuentes de este área indican que se ha tramitado también el expediente de paralización de las obras incluidas en el Profea. También están parados los trabajos del centro de emergencia habitacional (ya lo estaban antes de la crisis), que acumula retraso por los problemas estructurales detectados.

Por su parte, Emacsa afirma que está aplazando los trabajos que no interfieran en el correcto funcionamiento del servicio y en los que no se cumplan las garantías de protección adecuadas.

GOBIERNO CENTRAL Y JUNTA / En cuanto a obras estatales, la más importante en la capital, la de la biblioteca de los Jardines de la Agricultura, que reinició Tragsa en marzo de hace un año con un plazo de ejecución de año y medio, continúa adelante por ahora, según asegura el Ministerio de Cultura. En cambio, la obra de la fachada del Museo Arqueológico, que está cerrado, se encuentra ahora mismo parada.

Por su parte, la Junta sigue con sus obras. Mientras que las fuentes consultadas indican que continúan los trabajos para construir el edificio de consultas externas del Materno-Infantil del Reina Sofía por parte de Salud, Fomento afirma que prosiguen los de la variante Oeste de Lucena y las obras de emergencia en la A-318, que fueron interrumpidas solo para la puesta en práctica de las medidas de seguridad.

En cuanto a la segunda fase del Palacio de Congresos, que empezó Tragsa en febrero con un plazo de año y medio, continúa adelante, pero con los protocolos marcados por Sanidad. Fuentes de la Junta aseguran que esta administración está coordinada con Tragsa y desde el 16 de marzo se dieron instrucciones para aplicar el protocolo. Estas fuentes indican que el coordinador de salud y la dirección facultativa no han estimado paralizar los trabajos al darse «todas las condiciones suficientes de seguridad y salud». Además, añaden, Tragsa está «siguiendo escrupulosamente las medidas que marca la normativa tanto en el tema de higiene como de procedimientos de trabajo». En este sentido, aseguran que «todos los trabajadores han recibido su equipo de protección individual» y se aplica la jornada de 7.00 a 15.00 horas.

El secretario general de la Asociación de Empresarios de la Construcción, Construcor, Francisco Carmona, afirma que en general «no hay obras paralizadas». Dentro de las administraciones, recuerda que la Diputación avisó de que suspendería obras que se ejecuten en espacios cerrados por razones de seguridad, «pero las demás se desarrollan con normalidad dentro de esta situación excepcional». Sin embargo, piensa que el ritmo de las obras «se ve afectado», desarrollándose ahora el 85% de la actividad que se realizaba antes. En algunos casos, según explica, se establecen turnos, mientras que en otros, jornada intensiva para evitar la concentración de trabajadores.