El comedor social trinitario, que gestiona la Fundación Prolibertas y cuyos usuarios habituales son las personas sin hogar, está recibiendo estos días una avalancha de peticiones de ayuda ante la falta de espacios, tanto públicos como privados, donde recibir algo tan básico como comida durante la crisis del coronavirus.

[Sigue aquí en directo las últimas noticias sobre el coronavirus en Córdoba]

El director del comedor, Eduardo García, explicó ayer que hay cada vez más familias que llegan hasta la calle Sagunto «por su propia iniciativa o derivadas por Servicios Sociales, por Cruz Roja y otras entidades». El número de packs de comida que están distribuyendo cada día no deja de crecer y de los 116 que entregaron el sábado 14 pasaron ayer a 158, entre los que están también las personas sin hogar que están alojadas en el ala de ola de frío del albergue municipal y que se quedaron allí confinadas.

El comedor ha instado al Ayuntamiento a que de una vez dé respuesta a las personas sin hogar que siguen en la calle, más de una semana después de declararse el estado de alarma, y han pedido que coordinen y garanticen la atención de las familias que se están quedando «sin recursos y sin comida», ya que «la solución no puede pasar porque repartamos nosotros más alimentos porque nuestros recursos son limitados». Además, recuerdan, «no es seguro que las personas sin hogar, ni las familias, se desplacen cada día hasta el comedor o el centro de día, cuando todos debemos estar confinados». Sobre el Ejército y su papel en la atención a las personas sin hogar, anunciada por el Gobierno de la nación, «no sabemos nada», indicó García.

Por su parte, Cruz Roja ha suspendido la entrega de alimentos a sus usuarios y, de momento, pese a ser una organización con una importante capacidad económica gracias a subvenciones y donativos, no ha articulado en Córdoba ninguna medida de acción concreta para asistir a los cientos de familias que buscan ayuda básica tras prolongarse la cuarentena.