La Asociación Española contra el Cáncer en Córdoba (AECC) cerró las puertas de su sede de forma temporal hace cuatro semanas, por el estado de alarma por la crisis del coronavirus, y la entidad adaptó su labor al teletrabajo. «Aunque no podamos prestar atención presencial y nuestros voluntarios no puedan trasladar su apoyo a los pacientes en los hospitales, les seguimos acompañando y haciendo seguimiento, gracias a las ventajas de las tecnologías de comunicación y a nuestra línea telefónica gratuita 900100036», resalta María Auxiliadora Cabanás, presidenta de la AECC en Córdoba. El gerente de la asociación, Gabriel Sara, mantiene desde su casa a diario reuniones teléfonicas o por videconferencia con el departamento de psicología y trabajo social, para que a los pacientes y sus familiares nos les falte la atención psicológica, social, de rehabilitación o de otro tipo que necesiten.

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Además, la AECC en Córdoba ha incorporado un nuevo servicio de ayuda jurídico-laboral y continúa entregando ayudas económicas, que ahora se hace por transferencia bancaria y no de forma presencial. Y como por esta crisis está siendo aún más duro afrontar la pérdida de un ser querido, en este caso con cáncer, por las restricciones en velatorios y entierros, esta entidad ha ampliado el servicio de psicología Por otro lado, a través de sus redes sociales, la AECC, además de hacer seguimiento teléfonico a pacientes y familiares, está prestando sus servicios, incluida la fisioterapia, con vídeos y otros formatos.

Balance

Gabriel Sara destaca que durante las primeras tres semanas de confinamiento, la AECC ha prestado en Córdoba, por videoconferencia o llamadas teléfónicas, 197 atenciones psicológicas, así como otras 60 atenciones a familiares de estos pacientes y 32, por parte del área de trabajo social. «Recibimos hace unos días 1.334 kilos de comida del Banco de Alimentos, que se han empezado a repartir entre familias vinculadas a la AECC con más necesidades», remarca.

«Para cumplir con todas las medidas de prevención, se cita a cada familia, con una diferencia de media hora, y se les entrega un certificado para justificar que hayan salido de casa. Además, se desinfecta todo cuando llega y se va la familia. Desde la AECC hemos entregado a su vez prótesis mamarias y pelotas para hacer gimnasia y estamos ofertando formación on line», añade el gerente de esta institución.

La atención que presta la AECC en los pisos de acogida, que son utilizados por familias de fuera de Córdoba, cuyos hijos están siendo tratados en el hospital Reina Sofía, no se ha visto interrumpida por la situación del coronavirus. La coordinadora del voluntariado de la AECC, María Ángeles Pérez, indica que actualmente están utilizando este recurso las familias de tres menores trasplantados de médula ósea y de un adulto. «Solo salen a la consulta médica, que en estos casos no se pueden aplazar, y luego de vuelta al piso de acogida. Normalmente me desplazaría para atenderles personalmente, en el hospital o en los pisos, pero en estos momentos no es posible. Solo podemos prestarles atención telefónica y los vamos ayudando o derivando a los servicios que necesiten», manifiesta. Esos pisos se desinfectan y se limpian ahora con más frecuencia.

Además, para apoyar a pacientes con cáncer que, además pueden estar pasándolo mal económicamente por la situación sanitaria actual, la AECC ha aprobado a nivel nacional una partida extraordinaria de tres millones de euros en ayudas, ya que puede haber pacientes que se hayan vistos afectados por procesos de ERES, ertes o despidos. Esta partida se suma a la ya existente de 1,6 millones de euros, por lo que la dotación final será de casi 5 millones. Según la AECC, el cáncer provoca que, cada año, unas 27.000 personas en España se sitúen en una situación de riesgo de exclusión social, a lo que hay que añadir los efectos actuales del covid-19.

Por otro lado, en el ámbito provincial, el hospital de Cabra recibió una donación, de parte de la AECC, de 50 chubasqueros, de los que se suelen utilizar si llueve en la Marcha contra el Cáncer, para que pudieran ser usados como protección por parte del personal sanitario de este centro. «Nos hubiera gustado darles más, pero eran los que nos quedaban», recalca la coordinadora de las juntas locales de la AECC, Pilar Iglesias.

Donación de chubasqueros de la AECC al hospital de Cabra como medio de protección.

Recibir y dar

Una de las pacientes que recibe apoyo y que a su vez devuelve esta atención a la AECC en Córdoba es Estrella González, voluntaria de esta entidad. Debido a un cáncer de mama, esta voluntaria, como ocurre con otros muchos pacientes. acude a diario ahora al hospital Reina Sofía a recibir tratamiento, en su caso de radioterapia. Estrella comenzó con la radio el 26 de marzo y no acabará hasta esta semana. Esta voluntaria de la AECC, que desarrolla normalmente su labor en el hospital San Juan de Dios, no tenía opción de demorar la radioterapia, como a lo mejor sí pueden hacer otros pacientes a los que en el Reina Sofía u otros hospitales les están retrasando citas o revisiones, por la crisis del coronavirus. Estrella aprecia que menos pacientes están acudiendo en estos días a radioterapia y también ha notado que se han extremado las medidas de prevención en el Provincial. «Al llegar nos lavamos las manos, nos toman la temperatura. Cuando vuelvo a casa, dejo los zapatos fuera, me quito la ropa, me ducho, limpio todo. No me paro en tiendas cuando vuelvo del hospital, voy directa a casa y completo todos los pasos preventivos mencionados antes. Lo que sí me gustaría es que hubiera más control en los autobuses de Aucorsa para que los usuarios que por fuerza tenemos que ir al hospital viajemos sin miedo. Algunos usuarios no tienen cuidado de no tocar ciertas superficies del bus, porque quizás no se acuerden de que el resto de viajeros podemos estar inmunodeprimidos». También denuncia esta paciente la falta de mascarillas en las farmacias. Ella pidió ayuda en las redes sociales y le han regalado una mascarilla.

Estrella González, paciente y voluntaria de la AECC, hace la señal de la victoria.