Córdoba vivió ayer el día de mayo más cálido de su historia (o al menos desde que se comenzaron a tomar mediciones oficiales, en 1920) al registrarse en el observatorio del Aeropuerto de Córdoba de la Aemet 41,3º C, algo más de un grado celsius por encima del récord absoluto de este mes, que fue el 17 de mayo del 2006, cuando el mercurio subió a 40,1ºC. Este registro se debe a un inusual desplazamiento de una masa de aire caliente del desierto sobre la Península, fenómeno relativamente común en verano pero no tanto en mayo y menos con esta virulencia, explicaba ayer el delegado territorial de la Aemet, Luis F. López Cotín.

Este meteoro inusual en mayo también propició una noche calurosa (la Aemet preveía que la madrugada pasada no bajase la temperatura de los 19ºC) y mantendrá la máxima de hoy en torno a los 40ºC. De hecho, la Aemet mantiene para hoy en el Valle del Guadalquivir, entre las 13 y las 19 horas, la alerta por temperaturas máximas, aunque ha rebajado el nivel a amarillo (en el que no existe riesgo meteorológico para la población en general aunque sí para alguna actividad concreta) en lugar del nivel naranja de ayer, situación en la que existe "un riesgo meteorológico importante" por fenómenos meteorológicos "no habituales y con cierto grado de peligro para las actividades usuales", según define la propia web de la Aemet.

MAÑANA, EL RESPIRO Afortunadamente, este fenómeno de altas temperaturas por una bolsa de aire del desierto (que además cubrió el cielo con una tenue neblina) comenzará a disminuir y diluirse a partir de esta tarde-noche, al menos por el Oeste de la Península, por lo que se espera que la madrugada en Córdoba sea notablemente más fresca. De hecho, la Aemet espera que mañana la máxima baje en torno a 8 ºC.

PRECAUCIONES Mientras que llega ese descenso importante de las máximas, las autoridades sanitarias insistieron ayer en pedir que se extremen las precauciones frente a las altas temperaturas. Así, la delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta en Córdoba, María Isabel Baena, recordó en un comunicado la importancia de mantener una abundante hidratación, especialmente por los colectivos de personas vulnerables (niños, ancianos y enfermos), además de evitar la exposición directa al sol, sobre todo entre las 11 y las 17 horas.