Los cordobeses han vuelto a la calle y en estos días retoman algunas actividades que antes de la pandemia de coronavirus pandemia de coronaviruseran muy frecuentes, pero ahora se desarrollan con precauciones para evitar posibles contagios.

De este modo, la nueva normalidad se impone poco a poco y la apertura de establecimientos ha contribuido en buena medida a ello, permitiendo observar a familias y amigos que realizan sus primeras visitas a las tiendas o consumiciones en los bares.

Sin embargo, comerciantes y hosteleros coinciden en manifestar su preocupación por las escasas ventas registradas en las primeras semanas de apertura (la fase 1 comenzó el 11 de mayo), señalan la existencia de un cierto "temor" en esta nueva etapa de la crisis sanitaria e informan de que los locales se han adaptado para cumplir las medidas higiénicas y sanitarias recomendadas.

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El presidente de la federación Comercio Córdoba, Rafael Bados, recuerda que está abierto "prácticamente, el 100%" de los locales y no se han producido incidentes reseñables, "pero percibimos que la gente necesitará un periodo de adaptación a la nueva normalidad".

En esta línea, valora como "bastante preocupante" el resultado obtenido, ya que "las ventas han sido bastante bajas", y alude a la "crisis económica que estamos empezando a vivir, que conllevará una contracción del consumo".

Bados cree que "hay que darnos un margen hasta octubre para ver cómo evoluciona el consumo" y añade que "la mejor noticia económica" sería que se encontrara una vacuna o tratamiento para el covid-19.

En cualquier caso, admite que "lamentablemente, habrá establecimientos que no puedan superar este parón" e insiste en que "ahora más que nunca el comercio de barrio necesita que los cordobeses le ayuden y vuelvan a comprar en nuestras tiendas".

Así, también opina que "la gente se está empezando a mover en los entornos más cercanos al lugar donde vive y la vuelta a la normalidad en los barrios se va logrando a un ritmo algo mayor que en el centro".

Por ahora, más bebidas

De su parte, Francisco de la Torre, presidente de la Asociación Cordobesa de Hostelería y Turismo (Hostecor), estima que en los últimos días de la fase 1 el porcentaje de locales abiertos ha subido de un 20% a un 30%, y calcula que a partir del lunes, cuando la provincia entrará en la 2 y se amplía el aforo permitido, este llegará al 40%.

De la Torre confirma que "hay gente en la calle", pero entiende que "el consumo está muy parado, sobre todo, en las comidas". En este sentido, afirma que en los últimos días se han visto en las terrazas, "sobre todo, jóvenes consumiendo mucha cerveza y refrescos", lo que le lleva a la conclusión de que "existe muchísimo temor en todos los sentidos".

La patronal solicita al Ayuntamiento de Córdoba "que con la declaración responsable nos permitan poder ampliar de oficio" las terrazas, dado que Urbanismo solo ha concedido cuatro permisos en diez días.

Su presidente asegura que "no podemos esperar con los tiempos de respuesta que están teniendo" y pone de relieve que algunos locales han reabierto al público esperanzados en tener más clientes. Además, destaca que "muchísimos compañeros" han realizado los trámites para regularizar su situación, lograr la licencia de velador y optar a la ampliación de la terraza.

Las primeras salidas

Los bares están siendo testigos de numerosos reencuentros con amigos, familiares o, simplemente, con el placer de consumir una bebida en un espacio abierto. Este ha sido el caso de Concha Aranda y Joaquín Sánchez, que ayer disfrutaron de unas cervezas en compañía de su hija, Lucía, de tres meses de edad.

En declaraciones a este periódico, explicaron que han pasado el primer mes de vida de su hija en casa de los abuelos maternos, pero dado que el abuelo es sanitario, al declararse la pandemia decidieron regresar a casa para evitar riesgos.

"Cuando nos vinimos fue todo más complejo al tener que estar solos", admitió Concha, aunque Joaquín también apuntó que el teletrabajo le ha permitido estar más tiempo con su hija, dado que es autónomo y no ha accedido a la baja paternal.

Otra familia que aprovechó el sábado para salir de casa es la formada por Ingrid Cobos y Miguel Ángel Martínez, que fueron de compras con su hija, Lola. Consultados en la calle Gondomar, Ingrid subrayó sus ganas de "retomar una rutina de salidas", aunque Miguel Ángel lamentó que "es incomodísimo usar mascarilla con 37 grados centígrados".

En cuanto a la respuesta que están recibiendo los negocios, Eva Luisa Díaz, trabajadora de la administración de Loterías número 9, comentó que "la gente está animada, esta semana se ha volcado en echar lo que había, Euromillón y Primitiva", dado que el resto de los sorteos se reanudarán de forma paulatina.

No obstante, parece que no todas las zonas de la ciudad están teniendo el mismo resultado y José Millán, propietario de La Acería, próxima a la Puerta de Almodóvar, y de El Poeta, en La Ribera, apuntó que en la primera los clientes han tenido que esperar para poder ser atendidos, mientras que junto al río "está la cosa más tranquila".