El uso racional del agua por parte de los cordobeses, una adecuada planificación de las inversiones de la Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa) para mejorar las redes de abastecimiento y el proceso de tecnificación en los hogares, con la instalación de aparatos que regulan con eficacia el gasto de agua, son tres de las claves que han influido de manera determinante en el descenso de un 16% del consumo de agua en Córdoba desde 1991 hasta el año 2012, según datos de Emacsa.

Al comienzo de la década de los noventa, Emacsa facturó 27.156.000 metros cúbicos y al cierre del último ejercicio el agua contabilizada alcanzó la cifra de 22.815.000 metros cúbicos, lo que se traduce en un descenso del 16%. Mientras, la población abastecida ha crecido en el mismo periodo un 8,8%, desde los 302.154 habitantes de 1991 hasta los 328.841 del año 2012.

En relación al consumo de agua por habitante y día, el descenso registrado es mayor, de casi un 23%, al pasar de los 246 litros del año 1991 a los 190 litros al cierre del año 2012. La media actual de consumo de agua en Córdoba es de 62.507 metros cúbicos/día. El consumo doméstico de los hogares cordobeses representa el 71% del total.

CLAVES DE LA DISMINUCIÓN Entre los motivos de este descenso sostenido, según ha constatado Emacsa, figura en primer lugar el aumento de la concienciación de los ciudadanos sobre el uso racional del agua y la necesidad de adecuar su consumo, sin despilfarrar. En este punto, dos actitudes de los usuarios han permitido estabilizar el consumo: la incorporación a los hogares de electrodomésticos y griferías con mecanismos para regular el paso del agua y la actualización de las redes interiores de los domicilios. Precisamente, para pasar de un contador comunitario a divisionario, Emacsa dispone ahora de un plan para incentivar la independización y renovación de redes interiores mediante el que financia, a fondo perdido y con una cantidad económica por vivienda, la obra para instalar el contador individual con la finalidad de que cada consumidor pague solo lo que gasta.

El segundo aspecto que ha incidido en el descenso del consumo de agua en Córdoba está en relación a las inversiones realizadas por la empresa de aguas para optimizar la eficacia de las redes de abastecimiento y saneamiento. Las obras de modernización y mejora han sido determinantes para mejorar la eficacia de la red de distribución y evitar las pérdidas de agua. Con un ritmo de inversiones en torno a los seis millones de euros anuales, Emacsa ha renovado en más del 85% la red de distribución en Córdoba y ha adaptado la totalidad de las acometidas a las últimas normativas sobre la calidad de los materiales y diseño, además de realizar un control en tiempo real de caudales en la red de distribución. Todo este proceso de constante modernización se ha realizado sin aplicar en la factura ningún canon por obras de mejora ni por otros conceptos.