Primero fue la Semana Santa; luego, las cruces; más tarde, la Fiesta de los Patios y ahora, la Feria de Nuestra Señora de la Salud. En los últimos meses, los cordobeses han visto cómo las limitaciones a la movilidad y al contacto social impuestas por la pandemia de coronavirus pandemia de coronavirushan obligado a suspender algunas de las celebraciones más populares, causando perjuicios a diferentes niveles.

Sin embargo, iniciativas vecinales y particulares han hecho posible continuar compartiendo, en cierto modo, estas tradiciones. El último ejemplo ha ocurrido este viernes en la calle Las Lomas, de Parque Azahara, donde los vecinos han montado una portada con flores de papel de seda y adornado sus balcones para reproducir el ambiente que en estos días se tendría que estar disfrutando en El Arenal.

Esta celebración ha contado con todo tipo de detalles, como un alumbrado, el sonido de los fuegos artificiales, sevillanas, rumbas, el baile de mujeres vestidas de flamenca, mantones y farolillos.

José Manuel Rodrigo, conocido como Mago Alúa, ha explicado que algunos vecinos han reproducido las casetas en sus balcones, mientras que otros han imitado la tómbola y la hamburguesería. En cuanto al objetivo de la iniciativa, ha comentado que "ayuda a mantener el buen ánimo y que se olviden, entre comillas, de lo que está sucediendo. Sobre todo, los más mayores, que están solos pero se animan y charlan con los vecinos". El Mago Alúa ha admitido que la Feria "se echa de menos, pero como sabemos que no hay, estamos concienciados".

En la misma línea, Elena Vilches, propietaria del patio Guzmanas 7 junto a su marido, ha señalado que en su casa tienen la costumbre de montar una caseta y celebrar un almuerzo con familiares y amigos como paso previo a la visita a El Arenal.

"Este año no vienen los mayores y los que tenemos menos riesgo (de contagio de coronavirus) nos juntaremos poco a poco", ha detallado, explicando que su idea es volver a tener "cervecitas, rebujito y sevillanas" para "echar unos buenos ratillos, que se lleva mejor todo esto".

Elena ha recordado que también han celebrado las fiestas de las cruces y los patios, y ha reconocido que "echamos de menos todo en mayo. La experiencia del año pasado, que fue el primero en el concurso de patios, fue fantástica. Este año nos habíamos volcado más todavía si cabe y vernos solo después de tanto trabajo da un poco de penilla", ha añadido.

Emociones y economía

En cuanto a las entidades que más están sufriendo la suspensión de la Feria, cabe reseñar que entre estas se encuentran peñas, hermandades y asociaciones, que montan sus casetas y recaudan fondos para financiar sus actividades.

Este es el caso de la Peña Flamenca Fosforito, cuyo presidente, José Gregorio, ha detallado que en torno al 65% de sus recursos proceden de este trabajo y gracias a ello no han solicitado hasta el momento ayudas púbicas.

Este año, en cambio, consideran que, a falta de estos ingresos, "la colaboración de organismos oficiales es importantísima para poder desarrollar la actividad que hacemos, ya que los actos siempre tienen entrada gratuita".

José Gregorio ha recordado que la peña se creó en abril de 1984 y un mes más tarde montaron su primera caseta en la Feria. El jueves tendrían que haber celebrado su cena tradicional, a la que acuden socios, amigos y autoridades, y ha destacado que echan de menos esta fiesta, lo que les lleva a compartir imágenes de ediciones anteriores en estos días.

Consultado por el trabajo que se realiza en la caseta, José Gregorio ha precisado que cerca de una treintena de personas suelen ocuparse de la cocina, restauración y atención a los comensales, y un directivo de la peña asume cada día la vigilancia de la buena marcha de la actividad, que es amenizada por las actuaciones de grupos de música y academias de baile.

De otro lado, Rocío Sánchez es la responsable de la empresa Social Eventos y este año iba a llevar la caseta de Cs, pero la crisis sanitaria lo ha impedido. Rocío ha detallado que "montar una caseta conlleva una inversión tremenda, porque se hace una planificación musical, hay que tener dos equipos, al menos, de aire acondicionado, la limpieza, un suelo de madera, una buena presencia para que la gente venga y disfrute... Todo lo teníamos planificado y cerrado", ha señalado, apuntando que el pasado 26 de abril tendría que haber comenzado el montaje.

Esta profesional organiza eventos para distintos colectivos como profesores, turistas y empresas, y se encarga, asimismo, de fiestas como los cumpleaños, despedidas y jubilaciones, por lo que ha indicado que en la Feria puede desarrollar un centenar de actividades, que representan en torno al 30% de sus ingresos anuales. A modo de alternativa, ha propuesto que más adelante se organice algún evento en la ciudad, aunque sea de duración más corta que la Feria.

Por último, entre los perjudicados por la cancelación también están los músicos y artistas que cada año son contratados con meses de antelación para ofrecer música en vivo a los visitantes.

Juan Fernández, una de las voces del grupo Cosita wena, ha manifestado que, por suerte, la mayoría de los integrantes tienen otras profesiones, pero la suspensión de la Feria "afecta en los dos planos, el económico y el emocional".

De este modo, ha apuntado que, "durante todo el año, la mayoría de actuaciones son fuera de Córdoba y la Feria es una ocasión para estar con amigos y familiares". Acerca de la imposibilidad de seguir ofreciendo conciertos, ha abundado en que "tocábamos todos los fines de semana y cuando volvíamos los domingos decíamos que teníamos ganas de parar. Ahora daríamos cualquier cosa por ir a cantar a cualquier lado. Con esto valoras lo que tienes".