La segunda jornada de Fitur fue frenética. Por el pabellón de Córdoba pasaron, no solo el presidente del PP, Pablo Casado, y la presidenta del PSOE-A, Susana Díaz, que coincidieron al mediodía pero no se cruzaron miradas, sino también cientos de profesionales para conocer el carrusel de productos turísticos en los que la capital y la provincia van de la mano. Ambas ofertaron su amplio y variado patrimonio histórico, natural y gastronómico. Con más de un millón de visitantes durante el 2018, algo menos que el anterior, se mantiene la barrera psicológica, alcanzando 1.094.000 viajeros. En cambio, las contrataciones sí han aumentado, pasando de 65.000 en 2017 a 71.400 en 2018.

El presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, manifestó a este periódico que «Fitur son tres días muy intensos destinados al sector profesional, por lo que hay que aprovechar cada segundo para promocionar todos nuestros municipios». Matizó que Córdoba es una ciudad privilegiada y preferente como destino de interior, «haciendo hincapié para diferenciarnos en este sector tan competitivo a nivel internacional». En ese sentido, patrimonio histórico y cultural se fundieron con las cuatro denominaciones Patrimonio de la Humanidad, a las que se suman también la Dieta Mediterránea y el Flamenco, «con lo que a Córdoba capital solo le gana Córdoba en su conjunto, que con la Tamborada de Baena y los Muros de Piedraseca de Los Pedroches sumamos ocho declaraciones Patrimonio de la Humanidad que no las tiene nadie». Ruiz asegura que «este sector tiene su espacio y cada día podemos aspirar a más».

También se está poniendo un especial acento este año en el patrimonio natural, dado el incremento de viajeros que buscan turismo activo, sensibles con el cuidado por el medio ambiente y ligado a la práctica de deportes en la naturaleza, «con varios parques naturales, embalses, ríos y vías verdes, o la prueba deportiva de gran nivel como es la Bike Race, siendo un destino preferente de interior».