El juez José Castro (Córdoba, 1945) será distinguido hoy como hijo predilecto de Córdoba. Desde hace unos días visita y disfruta de la ciudad, y ayer realizó unas declaraciones a este diario -puntualizando que no concede entrevistas- con una llamativa cercanía tratándose de uno de los jueces más mediáticos del país por haber instruido el caso Palma Arena y, dentro de este, el Noós, que llevó al banquillo de los acusados, por primera vez, a un miembro de la Familia Real.

-¿Cómo recibe la distinción de hijo predilecto?

-La verdad es que Córdoba me tiene mal acostumbrado, porque ya el Ateneo me dio la Fiambrera de Plata hará un año o quizá algo menos. Ahora me ha dado la distinción de ser hijo predilecto y ya creo que no puedo esperar nada más, ya lo próximo sería el Gordo de Navidad. Estoy muy agradecido y muy ilusionado. Córdoba se está portando conmigo muy bien, mejor que yo me porté con ella.

-¿Por qué afirma esto?

-Porque Córdoba ha seguido aquí, pero fui yo el que se marchó hace muchos años.

-¿Cómo la encuentra ahora?

-Estoy paseando por Córdoba y empiezo a intentar recordar lo que yo he vivido, y está muy cambiada, pero para bien. Lo bueno que tenía Córdoba lo han conservado e incluso mejorado. Córdoba es una maravilla. Muchas ciudades de España deberían venir por aquí y aprender de Córdoba.

-Las distinciones llegan cuando finaliza su carrera, ¿se había planteado que iba a tener una despedida tan mediática?

-Yo no he hecho nada por tener una despedida mediática. Mi gusto sería haberme despedido de una manera más silenciosa, pero también entiendo que si alguien quiere hacer algo al respecto, pues tampoco se lo voy a prohibir.

-Muchos ciudadanos se preguntan si Iñaki Urdangarín entrará en la cárcel. Usted ha trabajado muy a fondo en este caso, ¿qué puede suceder?

-Al señor Urdangarín lo condenaron a unas penas que son de cumplimiento. Yo no puedo adivinar lo que el Tribunal Supremo va a resolver. En la medida en que esas penas se mantengan, ya ni siquiera le voy a hablar de que pudieran incrementarse, que también sería posible, son penas de obligado cumplimiento. Yo comprendo que a la ciudadanía le cueste trabajo pensar que este señor vaya a ingresar en prisión, pero las sentencias se dictan para cumplirse. Si esta sentencia la avala el Tribunal Supremo, pues tendrá que cumplirse.

-¿Qué opina sobre la situación actual de Cataluña?

-Yo soy jurista y, por lo tanto, todo lo que sea vulnerar las leyes no puedo aprobarlo. Entiendo que el Gobierno del Estado español quizá no lo haya hecho todo lo bien que yo pensara, pero, sin duda alguna, en Cataluña se han vulnerado derechos y leyes, y algo habrá que hacer.