Córdoba implantará un sistema tecnológico que permitirá a las personas ciegas o de visibilidad reducida desplazarse por la ciudad, incluso en espacios desconocidos por ellos, con mayor facilidad. La Delegación de Accesibilidad e Inclusión ha contratado los servicios de la empresa Navilens para implantar este sistema que funciona a base de códigos en el casco histórico. De momento se colocarán 200, aunque la intención es ir ampliándolos al resto de la ciudad y de espacios municipales. El próximo reto será instalarlo en las paradas de autobuses.

El sistema de esta empresa murciana es de funcionamiento sencillo. El usuario debe bajarse en primer lugar las apps Navilens o Navilens Go para que la cámara de su móvil se convierta en un ojo capaz de leer los códigos, que a su vez estarán implantados en los hitos elegidos. Esos códigos ofrecen información en audio no sólo de la ubicación exacta del lugar (por ejemplo calle Judíos), sino datos complementarios de la ubicación (entrada norte de la calle que hace esquina con la Puerta de Almodóvar), rutas alternativas (siguiendo la calle puede llegar al Museo Taurino), rutas hacia monumentos o información histórica del enclave que puede apoyarse en fotografías histórica y vídeos. La información podrá obtenerse en 33 idiomas e incluso puede incorporar vídeos en lenguaje de signos para personas sorda o información para niños. Con la tecnología de Navilens, la persona podrá leer el código desde 12 metros de distancia, en 0,03 segundos y sin necesidad de enfocarlo con exactitud.

El concejal de Accesibilidad, Bernardo Jordano, se ha mostrado esta mañana entusiasmado con las posibilidades que brinda este sistema implantado con éxito en ciudades como Nueva York, Madrid, Barcelona o París y ha asegurado que su intención es hacer de Cordoba una ciudad que incluya: "Queremos que la ciudad se adapte al usuario y no al revés, y fomentar un turismo inclusivo porque el accesible se queda corto", ha dicho Bernardo Jordano.

Javier Pita, representante de Navilens, ha explicado el funcionamiento sencillo de este sistema, que funciona a modo de audioguía y que podría implantarse también en edificios municipales o en el interior de los museos. Pita ha explicado que esta tecnología corrige la imprecisión del GPS, que también emplean las personas ciegas, para llegar a una ubicación concreta. Por ejemplo, una parada de Aucorsa. Si en ella se colocara un código de Navileno, el usuario podría saber no sólo a cuántos metros queda la parada y dónde está ubicada, sino información adicional como las líneas que paran en ella o el tiempo estimado que tardará en llegar el autobús, por lo que se convierte en una información útil también para las personas que ven. Los códigos también se podrán ligar a contenidos infantiles, vídeos o eventos temporales que se celebren cerca de la ubicación en determinadas épocas del año como los patios.

El Ayuntamiento de Córdoba ha contratado la implantación de 200 códigos Navilens con tres años de mantenimiento por un importe de 17.774,90 euros. La Delegación de Casco Histórico está desarrollando en la actualidad la información y se espera que se implante en breve.