Los datos de la Seguridad Social son claros. Córdoba es una de las provincias españolas en las que se registran menos bajas laborales por enfermedad o accidente no laboral, pese a que en los dos últimos ejercicios se ha producido un incremento de los procesos iniciados. En España se registró el pasado año una media de 21 bajas por cada mil trabajadores protegidos, una cifra que no ha dejado de crecer desde el final de la crisis, aunque se encuentra lejos de los datos de la bonanza económica. En el 2007 se contabilizaban 30 casos por cada mil empleados en el país. En Córdoba la tendencia ha sido creciente desde el 2015, pero Córdoba sigue apareciendo entre las provincias españolas con menos bajas laborales. El año 2016 se cerró con 3.102 procesos al mes, es decir, hubo 12,8 casos por cada millar de personas dadas de alta en la Seguridad Social. La incidencia, pese a aumentar los casos, fue ligeramente inferior al 2015 (12,89) como consecuencia del mayor número de trabajadores que están dados de alta. «El absentismo laboral en las medianas y pequeñas empresas es prácticamente inexistente. Salvo que tengas una operación, no suelen tomarse bajas porque se teme el despido y con la reforma laboral es más fácil esto», explica Jaime Sarmiento, secretario provincial de Acción Sindical y Salud Laboral del sindicato UGT en Córdoba. El secretario de Empleo y Comunicación de CCOO en Córdoba, Manuel Merino, considera que «el miedo a coger la baja laboral» está muy presente en el mercado laboral. «Existe un gran miedo a perder el puesto de trabajo por la cantidad de paro que hay y las facilidades que se dan al empresariado para despedir desde la reforma laboral de 2012», añade Merino. El representante de CCOO considera que los trabajadores «aguantan determinadas presiones por miedo a perder el puesto de trabajo». Por eso, considera que mientras no se equilibren las relaciones de poder entre trabajadores y empresario «no se comenzará a recuperar derechos y calidad de trabajo».

Para Jaime Sarmiento, las condiciones que están soportando los trabajadores ocasiona una mayor siniestralidad laboral. «Este año llevamos ya cuatro muertos por accidente en el trabajo, la misma cifra que se registró durante todo el año 2016 en Córdoba», explica. Durante el pasado año se iniciaron en Andalucía una media de 41.051 procesos de baja por incapacidad temporal, superándose la media del 2015 (39.118). Sevilla, con 10.909 casos, fue la provincia en la que se registraron más. Después siguieron Málaga (10.434) y Cádiz (5.338). Con relación a cada mil trabajadores, la incidencia más alta se dio en Málaga, con 22,3 bajas, seguida de Sevilla (18,1) y Cádiz (17,4).

Si Córdoba aparece entre las provincias españolas con menos incidencia de bajas laborales, por el contrario sí se encuentra entre las provincias en las que los procesos mantienen al trabajador durante más tiempo sin actividad. Mientras en España la duración media se situó en el 2016 en 38,46 días hasta que el trabajador recibió el alta, en Córdoba llega hasta los 56,67 días, superando también la media andaluza, que es de 45,86 jornadas. En Andalucía solo hay dos provincias donde son más prolongadas las bajas: Almería, con 59,6 días por término medio, y Jaén, con 58,4 jornadas. La gravedad de los casos provoca que esta duración en Córdoba supere la que se contabilizaba antes de la crisis económica. En el 2007 la media era de 46,7 días por proceso de baja autorizado.