Córdoba afianza su posición como uno de los territorios españoles que registra menos casos de absentismo laboral provocados por enfermedades o accidentes que no están relacionados con el trabajo. La información publicada por la Seguridad Social indica que ocupa el noveno puesto del ranking nacional y el segundo de Andalucía, al contabilizar una media de 15 bajas mensuales por cada 1.000 trabajadores afiliados (sin tener en cuenta a los autónomos). También revela que este dato representa diez casos menos que los anotados en España, donde el ejercicio 2018 finalizó con un promedio de 25 bajas mensuales por cada millar de trabajadores protegidos, y cuatro menos que en Andalucía, que registró una media de 19.

De este modo, llama la atención la caída experimentada en la provincia, y también a nivel nacional y regional, respecto al año 2007, cuando comenzó la crisis económica. En aquel momento ya era uno de los territorios con menos absentismo laboral del país (ocupaba el decimotercer puesto), pero la media se situó en 21 bajas al mes. Todo ello, pese a que el número de trabajadores protegidos era levemente inferior a los 266.246 que se contabilizaron el año pasado.

Esto se explica porque durante el 2018 se iniciaron una media de 3.812 procesos de incapacidad cada mes en Córdoba, mientras que 11 años atrás fueron 5.596 (un 47% más). En Andalucía se registraron 51.748 nuevos casos al mes durante el año pasado y en España, 403.485, lo que se traduce en un descenso del 29% y del 16%, respectivamente, en comparación con el primer ejercicio de la crisis económica.

La diferencia ha sido motivada por la caída del número de bajas laborales debidas a contingencias comunes que ha tenido lugar a raíz de la recesión, aunque en los últimos años se ha detectado un nuevo crecimiento. En el caso concreto de Córdoba, el absentismo laboral tocó fondo en el 2014, cuando la incidencia fue de 11,91 bajas por cada 1.000 trabajadores afiliados.

Sin embargo, uno de los aspectos a tener en cuenta en las incapacidades temporales de Córdoba es que la duración media fue de 50 días en el 2018, cinco más que en la región y 11 jornadas por encima del conjunto de España, donde se situó en 38 días. Sobre el gasto que estas ausencias ocasionan a la Seguridad Social, la estadística recoge que las prestaciones ascendieron a 33,6 millones de euros en la provincia al cierre del año pasado.

A MÁS BAJAS, MENOS DÍAS/ De otra parte, cabe destacar que la información del Ministerio refleja una relación inversa entre el número de incapacidades y su duración, ya que, por ejemplo, en Navarra duran 25 días, lo que representa el mejor dato de España y prácticamente la mitad que en Córdoba, pero tienen 44 casos mensuales por cada millar de habitantes, frente a los 15 que, como ya se ha citado, se dan en esta provincia.

En cuanto al contexto andaluz, la información de la Seguridad Social indica que Málaga y Cádiz están a la cabeza del absentismo laboral en la región, con una media de 26 y 21 bajas mensuales por cada 1.000 trabajadores protegidos, respectivamente. Les siguen Sevilla, que roza las 21; Huelva, con 16; Almería, que se acerca también a las 16; Granada, con 15, y en último lugar se encuentran Córdoba (otras 15) y Jaén, con 13.

Almería, donde los trabajadores se ausentan de su puesto durante un promedio de 60 días por enfermedades comunes, tiene las incapacidades temporales más extensas en la comunidad autónoma. De este modo, el promedio de Andalucía es de 44 días y el mejor resultado corresponde a Málaga, donde duran 32 días. Las bajas más largas del país se experimentan en Lugo, donde el año pasado arrojaron una media de 71 jornadas.

la precariedad/ Los sindicatos UGT y CCOO señalan los cambios introducidos por las reformas laborales, la precariedad y el temor a perder el empleo como algunas causas que pueden encontrarse detrás de la situación del absentismo laboral en Córdoba. En este sentido, el secretario de Salud Laboral, Acción Sindical y Medio Ambiente de UGT, Jaime Sarmiento, explica que «la crisis está haciendo estragos» y abunda en que «la presión del mercado laboral repercute en los trabajadores».

A su juicio, «se producen menos bajas que duran más porque quizá son más graves» y los empleados deciden acudir al médico cuando «ya no pueden aguantar». Por otra parte, también entiende que en ocasiones los profesionales deciden no tomarse una baja cuando el incidente ha sido leve.

Sarmiento recuerda que Córdoba ocupa puestos de cabeza por sus cifras de accidentes laborales tanto en Andalucía como en España. En esta línea, apunta que la siniestralidad es una consecuencia de las reformas laborales que, además, conllevan la existencia de «más precariedad y de trabajadores pobres».

De otro lado, el secretario de Empleo y Comunicación de CCOO, Manuel Merino, destaca que en España «el absentismo laboral es muy bajo y ha bajado mucho en nuestra provincia». Este responsable sindical coincide en que, «desde la reforma del año 2012, el mercado laboral ejerce una presión sobre el trabajador que antes no tenía» y esto condiciona la decisión de faltar al puesto de empleo. Así, subraya que en esta situación los profesionales «se incorporan antes al trabajo o incluso no se dan de baja», y alude a la disminución del número de personas en activo que ha conllevado la crisis económica para detallar que, al descender este dato, también se ha reducido el absentismo.

Manuel Merino recuerda que la duración de los procesos se encuentra relacionada, entre otros factores, con los sectores productivos en los que se desarrolla la actividad y que el propio empleo puede marcar el tipo de baja que se registra. Junto a esto, hace hincapié en que Córdoba «es de las provincias que tiene una mayor rotación en el empleo y más trabajo precario, y todo influye en el absentismo».