Las cifras son claras. 2.980 nacimientos de enero a junio frente a 4.288 fallecidos. No es nada nuevo, es una tendencia que viene de largo, pero la realidad es que, con una población cada vez más envejecida, la provincia de Córdoba parece condenada a un saldo vegetativa negativo. En los primeros meses del 2018, se registraron casi un 44% más de fallecimientos que de nacidos, en cifras absolutas, murieron 1.380 personas más de las que nacieron. Cada mes nacen una media de 207 personas mientras mueren 276.

Según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística, nacieron 1.521 varones y 1.459 mujeres, un 5,7% menos que en el mismo periodo del año anterior, cuando vinieron al mundo 1.675 hombres y 1.486 mujeres, 3.888 en total. El 41,6% de los nacimientos, 1.242 en total, lo hicieron en la capital.

Mientras los paritorios y unidades de neonatos reciben menos visitas cada día, las funerarias ganan clientela con un ritmo de defunciones que no ha dejado de crecer en los últimos años. Así, de enero a junio fallecieron en la provincia 4.288 personas, un 5,6% más que en el mismo periodo del año anterior, en que fallecieron 4.060 personas, cifra por encima también de la de un año antes, en 2016, cuyo primer semestre se cerró con 3.161 fallecidos. La población femenina parece salir perdiendo en este proceso, ya que al tiempo que nacen menos mujeres que hombres, el número de decesos entre los varones es menor. De los 4.288 fallecidos, 2.084 eran hombres y 2.204 mujeres. Del total de las defunciones, 1.242, lo que representa un 38,6%, se produjeron en la capital y el resto en la provincia.

MATRIMONIOS // La estadística publicada ayer por el INE refleja además la evolución de los matrimonios en la provincia. Aunque la cifra total revela un ligero incremento, al pasar de 1.211 en el primer semestre del año pasado a 1.224 en el mismo periodo de este año, se mantiene el descenso en picado de los que eligen casarse por la iglesia frente a los que optan por la vía civil. Según la información facilitada, casi el 60% de los matrimonios, 698 en total, se celebraron por lo civil frente a 511 que fueron católicos. Entre enero y junio, los meses con menos enlaces fueron enero, febrero y marzo mientras abril y mayo ofrecen un repunte de hasta el doble que se supera ampliamente en el mes de junio, con 462 matrimonios. Casi la mitad de los enlaces, 556 de los 1.224 celebrados, tuvieron como escenario la capital de Córdoba y el resto se repartió por los distintos municipios de la provincia.