El profesor de Neurociencia de la Universidad de Córdoba Andrés Molero, que era el coordinador de la tesis doctoral que estaba experimentando en las cárceles de Córdoba y Huelva con reclusos violentos ha señalado hoy a este periódico que no ha sido informado por el Ministerio de Interior de la paralización de la investigación.

Según ha explicado, el trabajo de doctorado de la psicóloga Raquel Martín se inició en el año 2016 en Huelva y continuó un año después en la prisión de Córdoba y que en total se han sometido a estas pruebas, "de forma voluntaria" 41 reclusos violentos de ambas prisiones, con la intención de conocer si la estimulación eléctrica de la corteza cerebral en la zona donde se producen los impulsos violentos podría alterar o no la actitud agresiva del recluso.

Explica el psicólogo que nadie se ha puesto en contacto con ellos para informarles de la paralización de la iniciativa, con la que pensaban continuar este año, hasta el punto de que "el Ministerio del Interior había autorizado en enero una prórroga de la investigación". Esta desinformación por parte el ministerio ha sido considerada por Andrés Molero como "una falta de delicadeza".