El 14% de la población tiene diabetes. En Córdoba, son más de 70.000 personas las que la padecen, sobre todo de tipo 2, que es el 90% de la diabetes en general. Estos pacientes han sufrido la cuarentena en confinamiento por el coronavirus de forma especial, fundamentalmente por no poder seguir sus rutinas de ejercicio físico, algo que han debido adaptar a las cuatro paredes de su hogar.

Coronavirus en Córdoba | Últimas noticias en directo

El doctor Rafael Palomares, especialista en Endocrinología y Nutrición del hospital Reina Sofía, explica que «la diabetes no aumenta el riesgo de contraer la infección que causa el Covid19, es el mismo riesgo que tiene la población general, pero si se contrae la infección, su gravedad y evolución puede ser diferente, según el grado de control que tenga la persona con diabetes, la edad y si ya presenta complicaciones crónicas de la enfermedad u otras patologías». Y añade que «esto es especialmente importante en la diabetes tipo 2 que es la más frecuente, afecta a los mayores y está asociada a otros factores de riesgo como el colesterol, hipertensión arterial, sobrepeso u obesidad».

Pese a todo, el doctor Palomares confirma que en estos días no ha aumentado la asistencia presencial» de estos pacientes, pero sí la telefónica, «sobre todo en pacientes que reducen la actividad física o modifican la alimentación lo que supone un aumento de los niveles de azúcar». En general, asegura que «no es preciso que se desplacen a los centros de salud, ya que los pacientes que precisan controles de glucosa (los que tiene insulina, sobre todo) los realizan en sus casas».

Solo deben desplazarse o consultar al centro de Atención Primaria o centro sanitario si estas personas con una diabetes notan, según explica el doctor Palomares, «dificultad respiratoria o pitos; si presentan vómitos repetidos que impiden la ingesta más de 6 horas, por el riego de deshidratación; si la glucosa en sangre se mantiene alta más de 24 horas (> 250 mg/dl aprox.) o si sospecha de cetoacidosis en caso de ser diabético tipo 1 (glucosa elevada con náuseas, vómitos, dolor abdominal, etcétera)». Ante la imposibilidad hasta ahora de hacer ejercicio físico en la calle, el especialista en Endocrinología recomienda ponerse el objetivo de hacer sesiones de una hora al día, con 10-15 minutos de ejercicio aeróbico (caminar o pasear por pasillos, subir o bajar escaleras, bici estática, bailar…) y complementarlo con ejercicio que potencie la masa muscular o fuerza (estiramientos, hacer flexiones, sentadillas, levantar pequeñas cargas como briks de leche…). La alimentación también es fundamental, pues hay que «ajustar la ingesta al menor gasto por el confinamiento, limitar el consumo de alimentos muy calóricos o el picoteo». En definitiva, dice, «hay que mantener una actitud positiva y organizar el día incluyendo las rutinas de ejercicio físico, autocuidado y actividades con la familia». Claudia Medina, presidenta de Adicor (Asociación para la diabetes de Córdoba), con más de 120 familias asociadas, señala que los niños diabéticos «no lo han llevado mal», aunque «notan la falta de movimiento y debemos rebajarle los hidratos de carbono en la alimentación». Señala que las consultas se están haciendo de forma telemática y los equipos médicos están resolviendo muchas dudas. En realidad, dice, «el tratamiento es el mismo y solo ha habido que aumentar la insulina por la falta de ejercicio».