Los 400.000 votos obtenidos por Vox en las elecciones andaluzas (35.000 en Córdoba) lo convirtieron en el epicentro del terremoto que sacudió las Cinco Llagas el 2-D, pero también en la réplica del seísmo. Ahora, quienes están a punto de acabar con 36 años de socialismo en Andalucía, parecen estar cantándole a los de Abascal el «ni contigo, ni sin ti». Aunque en el entorno del PP son muchas las voces que aseguran que el acuerdo para la gobernabilidad está cerrado, la papeleta la tiene Cs, situado en medio de su encrucijada europea. Albert Rivera ha escenificado esta semana su distanciamiento de Vox al lado de Macron, quien no ve con ninguna simpatía a la formación ultraconservadora española y la equipara sin complejos con la de Le Pen. Juanma Moreno, por contra, vino a decir a Córdoba que no solo hablarán con Vox, sino que lo harán «con naturalidad» porque es «lo lógico».

En la órbita popular insisten en que lo de Cs no es más que una puesta en escena ya que dan el acuerdo por cerrado y concretan: la presidencia del Parlamento andaluz y cinco consejerías para Cs; mientras que el PP se quedaría al frente de otras seis y con la presidencia de la Junta. En la Mesa del Congreso habría un miembro de Vox, con quien también se pactaría algún acuerdo programático. El líder del PP-A dijo el jueves que cerrarán el acuerdo programático con Cs mañana lunes, para conformar un gobierno cuanto antes y con el horizonte del día 27 en ciernes.

Así las cosas, los populares cordobeses han empezado a hacer ya cábalas sobre quiénes serán los que ocupen las delegaciones y futuras consejerías. Especial interés despierta el futuro de José Antonio Nieto, que hizo una arriesgada apuesta por volver al Parlamento andaluz de la mano de Pablo Casado.

Quien también ha visitado la capital cordobesa esta semana (lo hará de nuevo mañana para visitar Medina Azahara), ha sido la presidenta en funciones y secretaria regional del PSOE-A, Susana Díaz, quien ha iniciado en la capital una ronda de contactos con cargos socialistas provinciales. El miércoles se reunió en la sede del Aeropuerto a puerta cerrada. Hay que resistir, les dijo a los compañeros, ya que su apuesta es insistir, mirando de reojo a Rivera, para que los partidos constitucionalistas le hagan el vacío a Vox. A esa esperanza se aferran.