Ala Asociación de Empresarios de la Construcción de Córdoba (Construcor) no le está haciendo ninguna gracia la costumbre de adjudicar obras que están paradas a la empresa pública Tragsa para que las reanude evitando convocar nuevos concursos. Ocurrió con el Palacio de Congresos de la calle Torrijos, ha sucedido con la recién reiniciada obra de la biblioteca de los Jardines de la Agricultura y, si finalmente prospera, pasará con el Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones (CEFC) del Parque Joyero. Construcor ya hizo pública esta advertencia una vez y ahora vuelve a insistir coincidiendo con la reanudación de los trabajos de la biblioteca que construye el Ministerio de Cultura y que llevaban parados desde hace dos años y medio. Construcor avisa de que, salvo que haya cambio de decisiones en sus órganos de gobierno, recurrirá tanto las obras de la biblioteca que comenzaron el viernes como las del centro de ferias si se formaliza el encargo a Tragsa. De hecho, afirma que ya está estudiando la impugnación de ambas actuaciones.

Construcor ya recurrió el año pasado ante el Tribunal Central de Recursos Contractuales de Andalucía un contrato de la empresa de la Diputación Emproacsa, que fue suspendido de forma cautelar y que está a la espera de resolución. Además, cuenta con el aval de una resolución que declara nula una encomienda a Tragsa de las obras del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. El Ministerio de Hacienda estimó un recurso interpuesto por la Confederación Nacional de la Construcción, que considera «abusivo e indebido» el uso que están haciendo las administraciones de Tragsa.

En el caso del centro de ferias, el secretario general de Construcor, Francisco Carmona, estima que «se produce un fraude de ley porque el encargo se hace a través de la Diputación cuando en realidad no es su obra, ni es quien tiene que contratar ni financiar», ya que es un edificio que pertenece al Ayuntamiento. «No se entiende cómo el Ayuntamiento delega en la Diputación esa responsabilidad y la Diputación se la traslada a Tragsa», señala. En caso de recurso, Construcor lo interpondrá a través de la Confederación Nacional de la Construcción. Tanto en el centro de ferias como en la biblioteca, la asociación piensa que concurren circunstancias diferentes a las que se dieron en el Palacio de Congresos, cuya obra ya acabó Tragsa, que está a la espera de ejecutar la segunda fase. A juicio de Carmona, la paralización de la obra del Palacio de Congresos causaba «un daño excesivo», con una repercusión importante en el sector congresual, y era «un proyecto importante desde el punto de vista de la ciudad». Sin embargo, añade, «esas circunstancias no concurren en la biblioteca ni en el centro de ferias». «La biblioteca no tiene el mismo concepto de proyecto de ciudad que el Palacio de Congresos ni el coste de oportunidad de que no se acometa lo antes posible», señala.

El Ministerio de Cultura encomendó a finales del año pasado a la empresa pública Tragsa la terminación de la biblioteca del Estado por 9,7 millones de euros y en año y medio. Los trabajos empezaron el viernes. Aún no ha finalizado el trámite que debe realizar el Ayuntamiento para encargar a Tragsa la culminación del centro de ferias.

Las claves

1. INCERTIDUMBRE

Teniendo en cuenta que quedan menos de dos meses para las elecciones municipales, es muy difícil que dé tiempo a que el Pleno del Ayuntamiento apruebe la adenda al convenio que le permitirá encargar la obra a Tragsa y que la encomienda se produzca antes de final del mandato. Lo que está claro es que la obra no podrá reanudarse antes.

2. PROBLEMAS

El centro de convenciones era un proyecto que planteó el anterior alcalde, José Antonio Nieto, en el 2012, cuando descartó ejecutar el Palacio del Sur por su desorbitado coste. Las obras empezaron poco antes de las municipales del 2015 y debían estar terminadas en julio del 2016. Ese año ya hubo problemas y desde el 2017 está parada la reforma.

3. AGILIZACIÓN

Hace un año el Ayuntamiento resolvió el contrato con la adjudicataria del centro de ferias, Ucop, que dejó la obra a medio ejecutar. La idea del Ayuntamiento es adjudicar lo que resta a Tragsa para ahorrarse el tiempo que tarda un concurso de obras, que entre la licitación y la adjudicación, está necesitando un año.

4. QUEJAS

Desde que se enteró de la idea del Ayuntamiento, Construcor denunció que la elección de Tragsa impide que otras empresas opten a las obras. Construcor opina que muchas obras quedan paradas al contratarlas la administración a precios por debajo del mercado. En noviembre pasado, denunció que la empresa usa subcontratas locales.