Construcción y agricultura son sectores que están manteniendo el tipo y tirando de la economía durante esta crisis provocada por el coronavirus. Eso es, al menos, lo que piensan los expertos consultados sobre los sectores que no están siendo tan castigados como el servicios.

Durante el estado de alarma, el sector de la construcción fue uno de los que en menor medida vio reducida su actividad, ya que solo estuvo paralizado durante las dos semanas en las que el Gobierno permitió únicamente los servicios esenciales. El secretario general de Construcor, Francisco Carmona, asegura que «está manteniendo un ritmo de actividad razonable», pero hay «incertidumbre» en relación a los próximos meses, sobre todo en lo relativo a la edificación residencial. En este sentido, recuerda que el mercado de la vivienda «tiene un componente basado en el clima de confianza» y si se deteriora conforme pasen los meses, «tendrá su repercusión» en la construcción. En cuanto a la obra civil, Carmona indica que «mantiene su ritmo de actividad dentro de las previsiones que teníamos a finales del 2019», a pesar de que las administraciones paralizaron la licitación durante el confinamiento para reactivarla a partir de mayo, momento desde el que se ha notado «un mayor dinamismo de los procedimientos de licitación y contratación», por lo que «a medida que se vayan adjudicando, se tenderá a una cierta normalización de la actividad».

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No obstante, y a pesar de que el sector «se está comportando razonablemente bien», no significa, señala, que haya incrementado su actividad», sino que «está dentro de los parámetros que se esperaban con la desaceleración que ya se percibía a final del 2019».

La agricultura ha sido otro de los sectores que se ha mantenido más o menos inalterable durante el estado de alarma y después del mismo. El secretario general de Asaja en Córdoba, Rafael Navas, considera que «el sector de la agricultura y la ganadería, al ser esencial, ha mantenido la actividad desde el principio con las dificultades lógicas de tener que tomar todas las medidas sanitarias, cumpliendo la normativa que salía y con los problemas añadidos, que ya estaban antes de la crisis, de los precios y de la pérdida de las producciones, que hacen que la rentabilidad de las explotaciones esté por los suelos». Aunque no viva uno de sus mejores momentos, piensa que «el sector agroalimentario sigue siendo uno de los motores económicos de la provincia y más en estos momentos en los que hay otros que atraviesan una parálisis absoluta».

El secretario general de la UPA en Córdoba, Miguel Cobos, tiene claro que «la agricultura y la agroindustria están tirando y manteniendo la actividad económica en la provincia». Cobos explica que hay sectores como el del aceite de oliva, del que se espera una cosecha media de en torno a los 250.000 o 300.000 toneladas, «que va a generar bastante empleo y va a ayudar a mantener la actividad económica». A su juicio, otros, como el de los cítricos, también tienen peso, ya que hay 12.000 hectáreas que producen 240.000 toneladas de naranjas y generan empleo y población en el medio rural. A esto se suma «un sector ganadero potente» en Los Pedroches y Guadiato. «Tenemos explotaciones automatizadas, modernas, que hacen que el sector mantenga el empleo y riqueza» y que haya actividad en el norte, afirma, destacando también el ajo en Montalbán, la viña en Montilla-Moriles o el algodón en Puente Genil, Santaella, Fuente Palmera y Palma.

Francisco Torrent, presidente de la comisión Agroindustrial de CECO, piensa que «el sector agroalimentario, sobre todo en la parte de exportación, tiene más posibilidades de tirar del carro», aunque, como esta pandemia es global, «se ve afectado por la situación de cada país en las exportaciones». La pandemia, según señala, «ya ha afectado a todos los mercados», aunque la «industria agroalimentaria que esté ahora mismo enfocada a retail (supermercados) no tiene los mismos problemas que la dedicada a horeca (hostelería)». Es más, asegura que en el ámbito de la hostelería se ha producido un descenso del 60% mientras que en el de los productos más enfocados a los supermercados, un crecimiento del 20%. También han aumentado las compras on line. Torrent piensa que las perspectivas para el sector agralimentario son «negativas», ya que hay muchas líneas de fábricas que se dedicaban a surtir a la hostelería que están paradas. No obstante, tiene claro que «tira de la economía quien tenga dirigida su producción a retail».

Por su parte, el presidente de la comisión de Industria, Energía y Sostenibilidad de CECO, Isidro López, asegura que el sector de las telecomunicaciones «es puntero» y ha tenido gran actividad durante toda esta crisis. López señala que las energías renovables «son de plena necesidad y tendrán un tirón importante». A esto se une que «la construcción no ha sufrido parón y los bancos están dando préstamos, por lo que la economía se está activando». En cuanto a la industria, explica que «en Córdoba tenemos una industria auxiliar y el tirón de la construcción está motivando que las pequeñas industrias, como las de aire acondicionado, infraestructuras y todo lo relacionado con la eficiencia energética, tengan auge». Por ello, confía en que se reactive la obra pública impulsando más del sector industrial.