La actividad del sector MICE (reuniones, incentivos, congresos y ferias) de la era post covid deberá realizarse al aire libre “si fuera posible”, prescindirá de los atriles y los folletos y sí se permitirá la entrega de “objetos promocionales” pero “debidamente desinfectados”. Los eventos tendrán que incorporar señalética, y mensajes de concienciación sobre la importancia de establecer medidas de seguridad para reducir el riesgo de contagio y evaluar la posibilidad de que los montajes de instalaciones sean temporales. También deberán establecer productos “estuchados” para los catering que usarán vasos desechables y se recomienda establecer en remoto los servicios de interpretación simultánea.

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El Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), dependiente de la Secretaría de Estado de Turismo, ha elaborado en colaboración con el sector un manual con recomendaciones para la organizaciones de congresos y eventos turísticos que incluye estas y otras “medidas para la reducción del contagio” del coronavirus y directrices y recomendaciones para “diseño, ejecución de reuniones, incentivos, congresos y ferias comerciales”. Se trata de una especificación UNE y está dirigida a Organizadores Profesionales de Congresos (OPCs), Destination Management Companies (DMC’s), convention bureaux, palacios de congresos, recintos feriales y organizadores feriales.

Además de las ya consabidas recomendaciones sobre el lavado de manos, mantener la distancia de seguridad o desinfectar frecuentemente, otras de las medidas concretas que se recomiendan son “evitar el saludo con contacto físico”, evaluar el riesgo en cada puesto de trabajo para determinar la utilización de mascarillas y otros elementos de protección. Cuestiones que afectan tanto al personal organizador como al auxiliar: azafatas, fotógrafos, intérpretes, proveedores, empresas expositoras. A los proveedores se les reclamará la aceptación expresa y por escrito de las condiciones de la organización en materia de prevención, planes de contingencia, etc.

Asimismo, se propone acotar el aforo y el número de stands a la normativa vigente, minimizar las concentraciones en los puntos de acceso, fomentar el pago online, emitir certificados de asistencia online y establecer sistemas de conteo de personas.

Por su parte, la asociación de Organizadores Profesionales de Congresos, en un manual propio añade que “las reuniones presenciales serán las mínimas e imprescindibles” y que ante la previsible reducción de los asistentes aconsejan “dotar con el máximo valor la experiencia” de participación al evento. Aseguran que la distancia entre el personal y los asistentes debe ser de “un mínimo de dos metros”, en las colas de espera “en cremallera” en los accesos esa distancia se reduciría a 1 metros, y se impedirá la asistencia a personas con una temperatura corporal por encima de 37,5º.

Al respecto la asociación de Organizadores Profesionales de Congresos considera que estos manuales “marcan unas líneas de trabajo” para el futuro, en palabras de su presidente Vicente Serrano. No obstante, estas empresas piden “claridad” al gobierno y que haya alguna decisión pronta sobre si se podrán ampliar los ERTE a los trabajadores, ya que la actividad sigue “caída totalmente”. Igualmente, desde las OPC reclaman ayudas económicas a las administraciones para poder sostener el sector. El próximo 30 de junio van a reunirse para evaluar el impacto de la crisis del coronavirus en la organización de congresos en Córdoba.